Muestra excepcional de la riqueza natural y biodiversidad que se encuentra en la región costera, que busca cautivar con su sabor único y propiedades saludables
Un nuevo producto, 100% progreseño, está incursionando en el mercado, se trata de la Miel de Mangle, una muestra excepcional de la riqueza natural y la biodiversidad que se encuentra en la región costera de este municipio.
El alcalde de Progreso, Julián Zacarías Curi, acudió a los apiarios para así conocer y promocionar este nuevo producto, de calidad, a comerciantes, emprendedores y restauranteros.
En ese contexto, el primer edil realizó un recorrido en el apiario municipal, donde señaló que “es un honor y un gusto para nosotros poderles decir que hoy estamos presentando un producto de primera, 100% natural, elaborado en nuestra ciudad y con la marca de nuestro puerto, el cual nos seguirá posicionando ante los ojos del mundo”.
La Miel de Mangle hecha en Progreso es una iniciativa que poya la sostenibilidad de los manglares, un ecosistema vital para la biodiversidad local y el equilibrio ecológico de la región. De la misma manera, contribuirá también con la economía local y el bienestar de las familias apicultoras de Progreso.
El producto está catalogado como una delicia que cautivará con su sabor único y sus propiedades saludables. Es producida en el apiario municipal que fue creado hace 13 meses, cuenta con 10 colmenas que se supervisan cada dos días y que produce dos tipos de miel: la primera es la miel de mangle, que se da por la flora que existe en este ambiente, tiene un color claro y es de sabor agridulce.
La segunda, es la miel multiflor, que se da por la diversidad de la flora, es de color obscuro y sabor dulce. Cabe destacar que esta es la primera producción de miel de mangle del apiario, la cual suma un total de 125 kilos.
Aquellos interesados en probarlo, lo podrán encontrar disponible en la Dirección de Fomento Agropecuario, que está en el mismo sitio donde actualmente funciona también la Dirección de Ecología, así como en el parque Sendero Jurásico.
Texto y fotos: David Correa
