La moneda mexicana logra una recuperación no vista desde 2020 y se ubica como la tercera más apreciada frente a la divisa estadounidense
En lo que va del año, el peso mexicano se ha disparado frente al dólar con una subida no vista desde hace dos años. Esta escalada se suma al aumento acumulado que trae el “superpeso” desde el año pasado, impulsado por un mayor flujo de dólares al país que llega no solo por un crecimiento en las exportaciones, las remesas y la inversión extranjera, sino también porque las altas tasas de interés funcionan como un imán para los inversores.
El peso está dentro del grupo de monedas de economías emergentes que han pasado por un buen ciclo, como por ejemplo el yuan chino o la rupia india, mientras el dólar ha mostrado signos de debilidad en comparación con una canasta de monedas fuertes.
Al respecto, el presidente en Yucatán de la Industria Maquiladora de Exportación (Index), Alejandro Guerrero Lozano, explicó que la moneda mexicana se ha fortalecido por varios factores, pero principalmente por el alto volumen de capitales que llega al país.
“El año pasado, los connacionales mandaron 58 mil millones de dólares en remesas, y este año se esperan entre 64 a 66 millones de dólares, además la industria del turismo está repuntando y nuestro país ya se encuentra en el top tres de esta industria que genera otros 20 mil millones de dólares”, explicó.
En cuanto al tema del petróleo, dijo que la paraestatal Pemex ingresa al país 30 mil millones de dólares, y en cuanto a las exportaciones se mantiene una balanza positiva, a razón de 400 mil dólares, por lo que el flujo es constante en el mercado y responde a la ley de la oferta y la demanda.
Lamentablemente, dijo, esta situación no termina de generar un efecto positivo en la población en general, ya que, por ejemplo, en el caso de una familia que recibe remesas de dólares, al tipo de cambio recibe menos.
En este sentido Guerrero Lozano ejemplificó el caso de quienes reciben mil dólares, y que antes percibían en el banco 20 mil pesos al hacer la conversión, y que ahora con el tipo de cambio obtienen 17 mil 300 pesos, sin contar que con la inflación, pues lo que antes costaba 100 pesos en el súper, ahora vale $120, por lo que hay un doble impacto negativo.
Respecto al sector de exportación, el presidente de Index Yucatán explicó que, si bien las materias primas se cotizan en dólares, donde hay diferencia es en el costo operativo, que incluye pago de nómina, impuestos, gas, electricidad, transporte de personal y los costos de operación, que siguen subiendo de precio.
Teniendo en cuenta todos estos factores, los especialistas consideran que hacia fines de año el dólar se debería cotizar en 18 o 18.50 pesos.
Cae el dólar, pero el material de construcción sigue igual
El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (Cmic), Raúl Monforte González, declaró que, aunque los precios de los materiales del sector se cotizan en dólares, pese a que la divisa estadunidense está a la baja, dichos productos extrañamente no siguen ese ritmo descendente, salvo el caso de los paneles solares.
Como se sabe, debido a que Estados Unidos está al borde de una recesión económica, el dólar ha tenido un precio bajo, por lo que los productos que se cotizan con esta moneda deberían registrar una disminución.
Dijo que debería ser un impacto benéfico, pero que la realidad es que los materiales, cuando el dólar sube de precio, los proveedores lo usan de pretexto para incrementar sus costos, pero, cuando baja la moneda del vecino país de norte, no se reducen los precios o no lo hacen en la misma proporción.
Similar situación ocurre con los bienes y servicios que subieron de precio con la inflación. La inflación se ha estabilizado, sin embargo, estos productos no bajaron, a lo que señaló que, cuando alcanzan cierto nivel, difícilmente vuelven a disminuir.
Firma de convenio
La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, delegación Yucatán y el CRDC (Center for Regenerative Design & Collaboration) firmaron un convenio para que los constructores locales utilicen una tecnología proveniente de Costa Rica, que consiste en un agregado para dosificar el cemento, llamado acuarena, elaborado con residuos de plásticos y que esperan en un futuro instalar una planta en Yucatán con una inversión de cuatro millones de dólares.
En entrevista, el CEO de CRDC México, María Laura Rojas, explicó que actualmente sólo el 9 por ciento del plástico se recicla en el mundo, pero que con esta tecnología se puede reciclar el porcentaje restante.
Recordó que en 1950 en el mundo se producían dos millones de toneladas de plástico y actualmente ya se alcanzaron las 340 millones de toneladas. Un mexicano al año consume 48 kilogramos de plástico al año.
Señaló que la acuarena se trae de Costa Rica y esperan utilizarla en México y Yucatán.
Indicó que transforman todo tipo de resinas, del uno al siete, mixta o sucia y que realizan pruebas.
Refirió que en Costa Rica y Estados Unidos tienen las primeras dos plantas, y que está muy aceptado el material, pues es amigable con el medio ambiente y es avalado por los diferentes desarrolladores. Dijo que están por abrir plantas en Sudáfrica y Australia.
Explicó que buscan que se procese alrededor de mil toneladas de plástico mensuales, que se transformaría en un material llamado Resina 8.
La Resina 8 de CRDC es un agregado ecológico innovador, hecho de residuos plásticos mixtos, y una vez obtenida, la mezcla resultante se utiliza como material para la construcción.
Por su parte, el director general de Ricasa, Iván Ruival Flores, explicó que intentaron utilizar llantas para reciclar, pero no obtuvieron el resultado esperado.
Al acto asistió el presidente de la Cmic, Raúl Monforte.
Texto y fotos: Manuel Pool/Darwin Ail