Integrantes del Frente Nacional Contra la Violencia Vicaria recordaron, en rueda de prensa, que el movimiento no está a favor de la obstrucción del vínculo o la convivencia con los padres de los menores.
Las representantes del movimiento solicitaron únicamente que no se desinforme a la población sobre lo que se busca combatir con la ley, que se aprobó hace unos meses, la cual procura devolverle a madres víctimas de violencia familiar a sus hijos, ya que su sustracción por parte de sus ex parejas, son un método más para violentarlas.
“No estamos en contra de ninguna agrupación, sin embargo, queremos que permanezca que no se desinforme a través del dicho de algunas cuantas personas y esto conlleve a más confusión de más personas que los siguen”, apuntó durante la rueda de prensa, María José López, integrante del Frente y quien se ha significado como víctima de violencia Vicaria.
Asimismo, recordaron que si bien la agrupación a la que pertenecen sólo acepta a mujeres, víctimas de dicha violencia y de otras como la intrafamiliar; no están en contra de que existan otras agrupaciones que luchan para evitar el tema de la alienación parental; lo que si se pide es que estas no sesguen la información fomentando más casos de agresiones.
Cabe resaltar que algunas de las integrantes aprovecharon y contaron sus respectivas historias, las cuales las hace víctimas de la violencia vicaria, ya que a ellas sus ex parejas les arrebataron a sus hijos y ejercen alienación parental en su contra, expresaron que viven un vía crucis para recuperar la custodia de sus hijos ante la justicia y se sienten, muertas de alma.
“La Ley Vicaria es una realidad a favor de las mujeres después de mucho análisis y no estamos a favor de la obstrucción de vínculo entre padres e hijos, pero la convivencia debe ser sin violencia”, añadieron.
Como parte de las estadísticas, en Yucatán, 27 mujeres forman parte del Frente Nacional Contra la Violencia Vicaria, mientras que en la República existen unas dos mil 585 mujeres, junto con alrededor de cinco mil 429 infancias, que sufren de este tipo de violencia.
Texto y foto: Andrea Segura