Suicidio: ninguna broma es inocente

Especialista advierte que, ante factores de riesgo, debemos reconocer cuáles son los principales puntos a tener en cuenta en este sentido, ya que, al insinuar alguien que quiere quitarse la vida, significa que la idea está ahí y debe tomarse en cuenta. 

Todos alguna vez hemos leído o compartido un “meme”, una broma o mencionado el hecho de querer morirnos, sin embargo, esta idea que se nos viene a la cabeza debe ser tratada igual con delicadeza y no dejarla “en saco roto”. 

En entrevista con el psicólogo Edgardo Flores, fundador de la Asociación Yucateca de Suicidología, quien es especialista en el tema y contención ante factores de riesgo, comentó cuáles son los principales puntos a tener en cuenta en este sentido, ya que, al estar insinuando sobre el tema, es que la idea está ahí y se debe de tomar en cuenta. 

“Ante señales de alerta de riesgo suicida hay que acercarnos con delicadeza, con cuidado, esto, debido al estigma que existe alrededor del tema y la segregación o exclusión que suele traer consigo”, anotó el profesional. 

Resaltó que estos chistes o memes que se publican en las redes sociales de nuestras amistades o conocidos, puede llegar a parecer “solo un juego”, sin embargo, el experto señaló que ocurre algo que en psicología se le conoce como “percepción selectiva”. 

“Esto es, que cuando tú tienes un tema en la mente, empiezas a verlo en tu contexto. Si la persona está hablando del tema, aunque sea de chiste, es porque la idea está allá. Todavía no sabemos si es un riesgo bajo, medio o alto, pero es un riesgo”, aseguró. 

El especialista indicó que una de las acciones que podríamos tomar con respecto al tema de alerta es acercarnos, saber a la otra que personas que estamos presentes y preguntarle cómo está. 

“Preguntar si han pensado en morir o desaparecer, no querer estar acá, aunque temamos mucho la respuesta de un sí”, indicó.

Sin embargo, ante una respuesta positiva, es probable que nuestra primera acción sea querer erradicar la conducta, hacer un intento de querer obligar a la persona a que deje de pensar en eso: La ideación, la planeación, la búsqueda incluso activa de instrumentos o cosas.

 “Hay que recordar que la clave está en acompañar a la emoción que sostiene la conducta y, desde mi experiencia profesional, se tiene identificadas siete principales: culpa, insuficiencia, incapacidad, desesperación, desesperanza, soledad y sufrimiento”, enlistó.

Señaló que estas emociones suelen sostener el riesgo suicida, como, por ejemplo, la desesperanza, una de las emociones más profundas que tiene esta condición, ya que se puede percibir que el mundo no va a cambiar o incluso que puede ser peor; o la incapacidad, la cual surge a partir de sentir que ya se intentó todo y nada funciona, entonces se piensa que a lo mejor nosotros somos el problema.

“Hay otras emociones como la vergüenza, enojo, tristeza, angustia y muchos más, pero estas siete, para mí, ayudan a que entiendan qué es lo que está pasando”, aclaró.

Señales a tomar en cuenta

Algunas de las señales de alerta que tenemos que tomar en consideración para identificar si una persona está pensando en el suicidio son las amenazas de dañarse o matarse, hablar o escribir sobre la muerte, el morirse o el suicidio, la expresión del sentimiento de la desesperanza, ira, rabia o vergüenza; el incremento en su consumo de sustancias; el aislamiento de familiares, amistades y el entorno, presentar ansiedad o agitación, o, por el contrario, extrema calma, patrones anormales de sueño, cambios dramáticos en las emociones, desprendimiento de posesiones y/o despedirse, pérdida del interés en actividades y/o notas de despedida.

“Es importante que, al momento de dar contención, evitemos frases como: exageras, te pasas, no es para tanto, hay personas peores que tú, échale ganas, todo es fuerza de voluntad, querer es poder; que aunque parezcan que se dan con toda la intención de ayudar, en el momento lo que hacen es abonar a la soledad de la persona porque percibe que se le está juzgando”, añadió.

Resaltó que siempre será importante involucrar a más personas durante el proceso de contención, ya que quienes queremos prestar ayuda tenemos que ser muy conscientes, de que esto no puede rebasar o no siempre vamos a poder estar disponibles.

“Muchas veces hay esa inquietud ‘soy la única persona a la que se lo dijo y además me dijo que no le diga a nadie’. En estos casos no aplica. ¿Prefieres que se enoje contigo o que pierda la vida? Aunque suene muy dramático. Si es un amigo o amiga, otras amistades, la familia definitivamente. Pero es importante que la familia, cuando surjan estos temas, que acudan con alguien para que les brinde orientación, psicoeducación, que entiendan el tema”, puntualizó.

Además, enfatizó en la importancia de que la persona con factores de riesgo acuda con quien sienta completa comodidad para vivir el proceso. 

“Una condición de riesgo puede generar que en algún momento aparezca un detonante y dispara la crisis y ahí hay mayor probabilidad de que aparezca un intento; contar con una red es un factor de protección muy relevante”, finalizó.

Hay que recordar que el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en el 2021 sobre el tema, este  arrojó  que Yucatán ocupa el segundo lugar nacional en suicidios, con una tasa de 14.5, tan sólo después de Chihuahua con 15.2, y antes de Aguascalientes, con 12.0.

Texto y fotos:

Andrea Segura/ Cortesía