Los Platos Rotos: 23 años de presencia en Mérida

Con el paso del tiempo, este restaurante se ha posicionado en el gusto de la ciudadanía gracias a su exquisita comida del centro del país

Uno de los lugares donde se puede disfrutar en Mérida de la auténtica comida mexicana es el restaurante “Los Platos Rotos”, ubicado en la Plaza Colón, a espaldas del ex cine del mismo nombre, establecimiento que cumplirá en el mes de septiembre 23 años de existencia.

A lo largo de los años, este restaurante mexicano se ha posicionado en el gusto, tanto de yucatecos como de personas originarias de diversos estados del centro de la República que acuden a disfrutar de los famosos chiles rellenos, y los sábados como platillo estelar la famosa pancita, además del clásico pozole.

“El restaurante lo inició mi papá Jesús Daniel, cuando por razones de trabajo vino a radicar a Mérida y lo puso como una forma de darle una distracción a mi abuelita María Jesús Méndez”, comentó a Peninsular Punto Medio la joven Daniela Segoviano Cortina, quien es la encargada de la administración.

“Cuando comenzó el restaurante tenía otro nombre, se llamaba Las Cazuelas, pero resultó que había en Mérida otro negocio similar que se llamaba igual y que tenía muchas quejas por parte de los comensales y pensaban que era el nuestro, por lo que para evitar malos entendidos mi papá optó por cambiarle el nombre a Los Platos Rotos, que ya es una marca registrada”, explicó.

Cabe destacar que en su momento existió en el centro de la ciudad una pequeña sucursal llamada “Los Platos Rotos de Frida”, que lamentablemente tuvo que cerrar por el tema de la pandemia tras 5 años de funcionamiento.

Fueron pocos años, tal vez meses, los que doña María Jesús estuvo al frente del local ya que en un viaje a la Ciudad de México, específicamente de Xochimilco, conoció a una joven que cocinaba muy rico, por lo que no dudó en extenderle una invitación para que viniera a sumarse al equipo de cocina.

“Esa muchacha era mi mamá María Susana Cortina, llegó a Mérida tres años después que mi papá, aquí se conocieron, y decidieron en su momento formar una familia de la que soy hija única”, comenta Daniela.

Si usted visita  el lugar de entrada le llamará la atención la decoración con que cuenta, y en la que se destacan los platos de barro en los que se sirve la comida y que son fabricados especialmente para este restaurante en  Xochimilco, y que como un distintivo tienen una orilla con una pequeña “lazgada”, además de que a manera de bienvenida, le reciben con una cortesía de totopos para acompañar con salsita roja o verde y frijoles.

“Cuando servimos un plato, lo hacemos con mucho corazón, siempre pensando en que le guste al comensal, es muy satisfactorio ver que tengamos mucha gente, y eso dice mucho, porque ya van a ser 23 años de mantenernos en el gusto del público, tratamos de que la comida se sirva a tiempo, cuidando que no se pierda por ello la calidad”, explicó Daniela, quien orgullosa comenta que a la vez que estudia administración de empresas, aprende los secretos de la cocina de la mano de su madre.

En la actualidad doña María Susana se dedica a supervisar la elaboración de las 10 o 12 comidas que se preparan a diario, de modo que tengan la sazón como si ella las hubiera preparado, así es que en el menú se pueden encontrar el tradicional mole, albóndigas en chipotle, burros de carne asada, enchiladas de mole, chiles rellenos pechuga empanizada y a la plancha.

Los viernes es un dia dedicado a los camarones y filetes de pescado que se pueden ordenar empanizados, a la crema o a la plancha, mientras que los jueves, el plato del día son los chiles rellenos y las enchiladas de mole, y los martes de flautas de papa o pollo.

Todos estos platillos van acompañados de sus respectivas guarniciones que pueden ser arroz, espagueti, chilaquiles, sopa de pasta, sopa de verduras o sopa de lenteja, así es que si usted pide una orden completa puede elegir dos o una si es que solamente solicita media ración.

El horario de servicio es de lunes a sábado desde las 9 de la mañana y hasta las 5 de la tarde, siendo que de lunes a viernes se sirven los desayunos hasta el mediodía y estos pueden ser antojitos mexicanos como sopes, huaraches, quesadillas, además de  huevos al gusto, chilaquiles y tortas de chilaquiles.

Los sábados los desayunos están disponibles todo el día, además del pozole y la pancita que son los platillos que más se solicitan, y que en este último caso se prepara de una manera diferente a como se prepara el también conocido como mondongo en Yucatán, con chile guajillo.

Texto y fotos: Manuel Pool