El santuario de Fátima, uno de los mayores centros de peregrinación católica del mundo, se prepara para recibir, por segunda vez en seis años, al papa Francisco, que este sábado estará arropado por cerca de medio millón de personas.
Francisco, que visitó el santuario por primera vez en 2017 apenas durante unas horas, viajará desde Lisboa para reunirse con jóvenes enfermos en la “capilla de las apariciones”.
Miles de peregrinos procedentes de todo el mundo se encuentran ya en Fátima para asistir a la ceremonia y muchos durmieron al aire libre para ver al papa desde primera fila.
Algunos llegaron durante el día de ayer, y cargados con mantas, sacos de dormir, comida y agua, esperan a la misa nocturna y se preparan para pasar la noche en la explanada del santuario.
Los organizadores esperan reunir a medio millón de católicos en la ceremonia de este sábado y las autoridades han pedido a la población que intente salir escalonadamente tras la retirada del papa para evitar aglomeraciones.
Unos 2,500 efectivos participarán en el operativo de seguridad en Cova de Iria, donde, según la tradición católica, tres niños pastores vieron a la virgen. La visita del papa a Lisboa para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) ha atraído a un millón de personas.
Fátima ha sido parada obligada en las siete visitas papales que ha recibido Portugal desde Pablo VI.
Protesta contra la JMJ reúne a un centenar de personas en Lisboa
Alrededor de un centenar de personas se movilizaron en Lisboa en protesta por la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el mayor evento católico, que reúne en la capital lusa a un millón de fieles atraídos por la visita del papa. Convocados por el colectivo “Sem papas na lingua” (sin pelos en la lengua), lanzaron consignas como “abajo el papa, fin a la concordata”, con una bandera LGBTI+ y otra con el logo anarquista, y leyeron un manifiesto en el que denunciaron que la Iglesia intenta ejercer el control social a través de sus élites.
Texto y foto: Efe