Las historias y leyendas del Mayab, según Elsy Alonso

Doña Elsy comparte algunas de las historias del pasado, que se dice pasaron en realidad

Aficionada a la lectura y a la escritura, Elsy Alonso aprovecha el tiempo del que dispone tras su jubilación para compartirnos  historias, tradiciones y  creencias del Mayab, en las que nos habla de los Aluxes, del Huay Chivo y hasta de los Reyes Magos de Tizimín.

En la página “masleyendas.com”, usted conocerá la historia del  “Ahorcado del Panteón de Hocabá”, que se dice ocurrió a fines del Siglo XIX, y cuyo protagonista era un joven de nombre Juan que era alcohólico y, por ende, flojo, pues ni la milpa trabajaba.

Su madre acudía con frecuencia a visitar la tumba de su padre en el cementerio, y en una de esas, Juan, borracho, le jugó una broma que le costó la vida, ya que le dio un infarto. Fue hasta que recobró la lucidez que el joven se dio cuenta de lo que hizo y decidió suicidarse colgándose en un árbol que se encontraba detrás de la tumba de sus padres.

La cuestión es que se dice que en las noches de Luna, los lugareños veían el cuerpo colgando de Juan y al reportarlo a las autoridades, cuando éstas acudían a atender el reporte no encontraban nada.

También dicen los lugareños que Juan ‘El Fantasma’ por las noches pasea todo el cementerio y se sienta frente a la tumba de sus padres y habla con ellos.

Otra historia de terror es la que tiene como protagonista a una mujer que hace más de un siglo vivía en la calle 73 por 42 en el centro de Mérida, y quien se dice era una enfermera que acostumbraba buscar a las personas que pedían caridad y a quienes ofrecía dinero o alimento a cambio de que le permitieran que les sacará sangre con una jeringa.

Inmediatamente ella se tomaba la sangre aún delante de las personas a la que se las extrajo, y así siguió ocurriendo hasta que por la edad ya no podía caminar y tuvo que cambiar su estrategia. Entonces prepara dulces para atraer a los niños que pasaban a la puerta de su vivienda, y regalarlos a cambio de su sangre.

Pero no faltó el que se lo dijo a sus padres y al ver su brazo con piquetes de jeringa, fueron a las autoridades, entonces se  hizo la investigación y resultó que tenía problemas de salud mental, así es que se la  llevaron al psiquiátrico y desde ese momento la llamaron “La Vampira”.

Esta es solo una probadita de las leyendas e historias que nos comparte doña Elsy, y que también incluye en su listado leyendas de otras partes del país y del mundo como “Brujas, Guajolotes y calderos negros en Zinacantepec”; “El Callejón del indio Triste en Zacatecas”; “El Fantasma del Campanario”, y muchas más.

Texto y fotos: Manuel Pool