Pese a que en Yucatán se aplican programas preventivos, no disminuye la cifra de suicidios, afirma experta, quien considera que el número de pacientes rebasa al de personal médico
El 10 de este mes se celebra el Día Mundial de la Salud Mental y Yucatán, pese a sus programas preventivos, se ubica entre los primeros lugares del país en tasa de suicidios, aunque probablemente una de las causas es que no se cuenta con el suficiente número de especialistas para atender los casos de depresión, ya que en las clínicas hay en ocasiones solamente dos psicólogos cuando deberían ser, por lo menos, cinco.
En entrevista para Peninsular Punto Medio, la psicóloga Érika Beatriz Gutiérrez Zúñiga indicó que ella trabajó en una clínica del Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (Issste), y que su personal estaba rebasado: había 10 médicos generales y únicamente dos especialistas en padecimientos mentales.
“Cuando tengo casos de alto riesgo en el consultorio particular los atiendo de manera semanal, pero en la clínica pública no se puede y tiene que ser cada mes o hasta tres meses”, explicó.
Aseveró que el suicidio es la segunda causa de muerte de los jóvenes, que es un fenómeno complejo que tiene múltiples causas, y que existen factores de riesgo como problemas familiares, económicos, sociales, problemas de salud física, mental y emocional y falta de redes de apoyo, entre otros.
“Desgraciadamente, se pone el foco en la persona y no colocamos suficiente atención en los demás factores que influyen. El suicidio es la punta del iceberg de otros problemas sociales como falta de oportunidades educativas, laborales, acceso a salud y vida digna”, precisó.
Señaló que el panorama es más complicado en los municipios, ya que hay menos especialistas y grupos de ayuda, y que actualmente es insuficiente el apoyo en materia de salud mental y emocional que se brinda por parte de las instancias de salud pública o por medio de programas del gobierno.
La entrevistada aseguró que no bajan los suicidios y que el problema tiene múltiples causas en su origen, por lo que es necesario atenderlo en varias instancias, principalmente en la prevención: creando y fortaleciendo factores de protección tanto en las personas individualmente, como en la parte social y comunitaria. “A las personas que ya tengan alguna situación con riesgo suicida, hay que brindarles la atención especializada, así como formas redes de apoyo”, detalló.
Indicó que en ocasiones las personas con riesgo suicida tardan en llegar al especialista, y que todavía existe mucho estigma alrededor de la salud mental y emocional. Los mexicanos en general no dan mucha importancia a la prevención, hasta que se sienten mal, hasta que les duele algo, buscan ayuda. “Cuando finalmente se busca ayuda, existen pocos espacios que sean accesibles para la población en general, por lo que la mayoría busca atención de forma particular con un psicoterapeuta”, refirió.
Escasea tratamiento adecuado
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que en países de ingresos bajos y medios entre el 76 y 85 por ciento de la población con desórdenes mentales carece de acceso al tratamiento necesario.
Gutiérrez Zúñiga, quien es licenciada en Psicología por la Universidad Marista de Mérida, con Maestría en Psicología Clínica por la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) y con más de 13 años de experiencia en psicoterapia, manifestó que es importante mencionar que, durante la vida, se puede experimentar diferentes situaciones relacionadas con la salud mental y emocional, que algunas pueden ser temporales, por ejemplo, por alguna pérdida que nos lleva a un proceso de duelo, y otras pueden ser crónicas como una depresión clínica y otro tipo de enfermedades que van a permanecer en un periodo más largo.
“Cuando hablamos de enfermedad mental como un trastorno, estamos hablando de la necesidad de apoyo de un equipo multidisciplinario que puede incluir a psiquiatras, neurólogos/as, psicólogos/as, neuropsicólogos/as, incluso nutriólogas/os, endocrinólogos/as, por lo cual el tratamiento necesario requerirá medicamentos, estudios y psicoterapia, lo cual es una gran inversión a la que no todas las personas tendrán acceso”, explicó.
La depresión en México
Respecto al porcentaje de la población que padece depresión subrayó que, de acuerdo al registro de los Servicios de Atención Psiquiátrica (SAP) de la Secretaría de Salud (Ssa), en México existen 3.6 millones de personas adultas padecen depresión.
“Es importante mencionar que aquí están las personas que están recibiendo tratamiento, pero puede ser mayor el número, por los que acuden de manera particular o bien, los que no han sido diagnosticados formalmente al no acudir con los especialistas pertinentes. Tampoco incluye a niños y adolescentes, que también la padecen”, aclaró.
La también especialista de la agrupación Solyluna destacó la importancia de que los familiares no minimicen cuando vean señales de depresión, y que hay poca información que les llega a las familias, por lo que no saben cómo lidiar cuando se presenta este tipo de padecimiento en un ser querido.
“Es importante escucharlos, sin emitir juicios, críticas o invalidar lo que les comparte su familiar, pero sobre todo buscar la ayuda con los especialistas para evitar que se agrave la situación de salud mental y emocional”, expresó.
Explicó que en el país no se tiene consolidada una cultura de la prevención ni en la enfermedad física, mucho menos en cuestiones de salud mental y emocional. Es hasta que el padecimiento interfiere significativamente en la vida cotidiana que se busca la ayuda.
Por último, informó que el lema de este año del Día Mundial de la Salud Mental es “Salud mental, salud mundial: un derecho universal”, en donde la salud mental no solo es ausencia de enfermedad, sino la capacidad de hacer frente a los desafíos de la vida, cultivando buenos hábitos, regulando las emociones, construyendo redes de apoyo que serán los espacios seguros para expresarnos, desarrollando nuestro potencial como seres humanos.
Texto y fotos: Darwin Ail