Casi…

Les llamaban auroreros. Se despertaban en la madrugada. Antes de que rompiera la aurora. Y se iban con el nacer del día, calle a calle, cantando cantares debajo de balcones y ventanas. Lo hacían año a año cada Navidad. Y entonaban villancicos mientras llegaba el amanecer, y la gente adormilada sonreía en sus camas, qué belleza!

Era tradición en aquel pueblo. Y a los niños les gustó tanto que pidieron a los mayores hacerlo ellos una vez. Y lo hicieron. Madrugaron y se abrigaron, hacía frío, y recorrieron el pueblo con su música y sus voces infantiles. Cantando. Interpretando canciones de siempre. Con felicidad y simpatía. Y también cantaron “Casi”…

Casi era un tema de su invención. Hablaba de que casi se acababa el año, casi…

Y casi sin querer pero queriendo llegaba el alba, y con la letra de Casi los chiquillos pedían al Año Nuevo salud para su amigo enfermo…

Dedicado a los que aman las tradiciones
Dedicado a los que hicieron de este año un año feliz
Dedicado a Luis Carrasco, a la aurora y al anochecer, siempre!

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