El papa Francisco suspendió el viaje de tres días que iba a hacer el viernes a Dubái para participar de la cumbre climática COP28, tras el pedido de los médicos para que cancele su visita luego de la inflamación pulmonar que lo aquejó este fin de semana, informó el Vaticano.
“Aunque el cuadro clínico general del Santo Padre en relación a su estado gripal y la inflamación de las vías respiratorias ha mejorado, los médicos pidieron al Papa que no realizara el viaje previsto para los próximos días a Dubái, con motivo de la 28a Conferencia de las Partes para Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático”, informó el vocero papal Matteo Bruni.
“Francisco aceptó con gran pesar el pedido de los médicos y por eso el viaje está cancelado”, agregó Bruni.
El Papa, de 86 años, tuvo que suspender parte de su agenda el fin de semana por una inflamación pulmonar por la que recibió antibióticos por vía intravenosa que incluso le impidió pronunciar el tradicional Ángelus dominical desde el Palacio Apostólico.
Francisco tenía previsto ir este viernes a Dubái para una visita de 38 horas durante la que iba a participar de la cumbre climática COP28 e iba a mantener cerca de 30 encuentros bilaterales con mandatarios de todo el mundo y representantes de la sociedad civil.
De todos modos, Bruni precisó que “continúa la voluntad del Papa y de la Santa Sede de ser parte de las discusiones en curso y en los próximos días se definirán lo antes posible las formas en que esto se podrá implementar”.
El cuidado del medioambiente es uno de los ejes del pontificado de Francisco, al punto que en mayo de 2015, poco más de dos años después de su asunción como Papa, le dedicó a la cuestión su segunda encíclica, Laudato Si. Esa encíclica se centra en el “cuidado de la casa común”. Allí Francisco realiza una crítica severa al consumismo y el desarrollo irresponsable con un alegato en favor de una acción mundial rápida y unificada “para combatir la degradación ambiental”.