Amor

La amenaza del plan “C” estará presente hasta que pierda la candidata oficial. No estaremos tranquilos hasta que eso suceda. Y si los fanáticos del peje supieran lo que significa ese plan con “c” de canalla, no estarían tan echados para adelante, seguros de apoyar a la señora a la que se le cayó la línea 12 del metro capitalino.

Es muy difícil que los que hoy están cegados por el hombre que mandó rellenar cenotes en la Península de Yucatán para realizar su capricho llamado tren maya, se unan a este pensamiento. Por cierto, esa obra solo ha logrado engañar a los gobernadores peninsulares porque hasta los pocos usuarios que se han atrevido a subirse, han comprobado que es una obra inútil como innecesaria, poco confiable además de una costosa forma de desviar recursos para los cuates. Claro, no lo van a admitir.

El plan del inquilino de Palacio es arrasar en las elecciones del 2 de junio y eso significa destruir a México. Necesita una súper mayoría en el Congreso para poder instaurar su dictadura legal, para ser él quien mande, y no la justicia ni el imperio de la ley. Para lograr su despropósito requiere de arrasar con todas las herramientas del estado echando mano del SAT, de la UIF, de la Fiscalía General de la República, para presionar e intimidar a sus opositores.

Requiere de sus 22 gobernadores que hoy son peligrosos operadores que realizan compra de votos y acarreos con los $800 mil millones de programas sociales que ha dispuesto para estos meses.

Pero que más puede hacer para conseguir esa mayoría ¿va a doblar a los empresarios? ¿Seguirá golpeando al INE? ¿Asfixiará a la sociedad para atemorizarla? ¿Recortará fondos a estados y municipios de oposición? ¿Les bloqueará inversiones? ¿Negará permisos? Hará de todo, eso me queda claro.

Se sabe que incluso está pensando la manera de cerrarle a los estados, ingresos que provienen de impuestos, derechos y aprovechamientos que les permiten tener fondos de libre disposición. Es decir, estrangular a las entidades para de plano tener que depender de las migajas que un gobierno populista reparte. Su intención es clara : todos debemos comer de su mano o no comer.

El xix.— Ni un peso ha enviado a Yucatán el gobierno del tabasqueño —que según el New York Times fue investigado por la DEA—, para apoyarlo en la infraestructura que si requiere de modernizarse como lo es el puerto de altura. Se sabe que incluso ha operado bajo el agua para impedir que se hagan las obras de dragado y que detrás de la negativa de la Marina a dar los permisos respectivos, está su interés de boicotear el cierre del sexenio en Yucatán, para confirmar (cuando menos a este autor) que es falso lo que dice de que “amor con amor se paga”. Lo de la mordida que estaban pidiendo para aprobar las obras finalmente no se concretó porque por lo visto, no habrá tales obras. Y no sería de dudar que los retrasos tengan que ver con su interés en las elecciones del estado. Lo de la empresa administradora por supuesto, le causa risa.