Alrededor de 70 trabajadores suplentes del Hospital Regional Mérida del Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (Issste) “Elvia Carrillo Puerto” realizaron una protesta para exigir plazas, ya que el sindicato entregó una decena de estas a personal que presuntamente no cumplía los requisitos.
La protesta inició en el Monumento a la Patria y que concluyó en las oficinas de la delegación estatal, ubicadas en la colonia Itzimná.
Al respecto, la enfermera de base de la clínica Hospital Susulá, María Teresa Puc Pool, señaló que las plazas las entregaron el secretario sindical Martín Arceo Acevedo, la delegada estatal Marta Montemayor Curiel y el contador público Alejandro Ruiz, pero que no se le dio a personal suplente que trabajó durante la pandemia, como fue acordado.
Explicó que hay un decreto que promulgó por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que el personal de primera línea en covid tenía preferencia a las plazas, mediante tres criterios: 1) para el personal que perdió familia en activo en la pandemia, 2) para todos los que trabajaron durante la pandemia y acabando el listado 3) todos los demás, que hayan trabajado o no durante la pandemia.
Agregó que en la actualidad ya se entregaron las plazas a criterio tres, cuando primero debió ser para los dos primeros criterios, hay un listado de más de 400 suplentes que están en criterio dos.
Desconoció el número de plazas que se darán, pero fue una promesa del Gobierno Federal, que eran para personal suplente que trabajó durante la pandemia.
Detalló que ellos, por lo menos, tienen cinco años de antigüedad, en bolsa de trabajo, hay quienes llevan ocho, diez o 15 años de suplentes.
Recordó que al personal de base se le dio la oportunidad de resguardarse en casa y se requirió de más suplentes ya que se requirieron de técnicos, radiólogos, laboratorista.
Explicó que las plazas que se han repartido son: de médicos, enfermeros, camilleros, cocina, administrativos, trabajo social.
Señaló que durante el covid había saturación en los hospitales, se expusieron, incluso tuvieron ataques en las calles por la ignorancia de la gente. “Terminamos lastimados con el equipo, los lentes, y con la duda de saber a regresar a casa, si no llevamos la enfermedad a casa”, indicó.
Como se sabe, algunos optaban por vivir apartados de sus familiares para evitar contagios. Además, de la pesada jornada, un buen número fue ermitaño, por lo que algunos hasta tuvieron problemas de depresión.
Recordó que en la etapa crítica de contagios se cerraron las oficinas y no se podían realizar gestiones administrativas, ante la falta de personal se convocó a gente que quiera trabajar con la promesa que cuando se abran nuevamente las oficinas se les iban a dar puesto en la bolsa de trabajo.
“Quieren cambiar las listas, quieren usar estas plazas para trabajadores de su conveniencia, luego de la protesta el siguiente paso será proceder legalmente”, detalló.
Los manifestantes pidieron audiencia con la doctora Marta Montemayor y Alejandro Ruiz, a quienes le entregaron el oficio de la inconformidad.