Editorial de Peninsular Punto Medio

Hay nueve tendencias en la democracia en América Latina, según el Dr. Eduardo Núñez Vargas, director del Instituto Nacional Democrático (NDI, por sus siglas en inglés) en Guatemala y también director del Programa de Seguridad Pública de Centroamérica.

La más importante, dijo, es que, en todos los países, incluso los que tienen una clara tendencia al autoritarismo, es que se mantiene la regularidad electoral para definir a sus autoridades, aunque con un aumento de la inconformidad.

El especialista destacó que, en todos los países, al final, se dirimen los cambios de gobierno a través del voto y estos se respetan. Tal como lo vimos en Bolivia cuando se derrocó a Evo Morales.

Otra tendencia es la heterogeneidad política y alternancia en el poder. Es decir, existe una creciente diversidad en cuanto a partidos que ganan elecciones y llegan al poder, generando olas de una u otra orientación ideológica. Basta recordar, dijo, que hay olas de triunfos de partidos conservadores y otra de partidos liberales.

Núñez Vargas ofreció una conferencia ayer sobre la participación ciudadana, el desarrollo democrático en América Latina y la tarea de los observadores electorales en el Foro Internacional de Observación Electoral que se realizó en Coparmex-Mérida.

En su exposición detalló los retos, alcances y fortalezas y debilidades de los procesos electorales que se han presentado en los últimos años en Latinoamérica.

Aseguró que la tarea para los partidos es tratar de avanzar con base en los reclamos y anhelos de la sociedad y generar resultados socioeconómicos que permitan superar los problemas que viven los ciudadanos.