Las emociones después de la elección

René Emir Buenfil Viera

psicrenebuenfil@gmail.com

Los resultados electorales en nuestro Estado causan conmoción, sorpresa, alegría, enojo, tristeza… de todo. Los ánimos de quienes salimos a votar se reflejan en las reacciones emocionales ante los resultados, vuelven a salir las teorías de la conspiración, las congeturas del porqué pasaron las cosas así, optimismos, pesimismos, esperanzas y desesperanzas. ¿Cómo podemos apasionarnos tanto de un tema del que culturalmente nos dicen que no se hable? Vemos tanta información catastrofista que, de plano, tenemos la idea que la situación es caótica, y al mismo tiempo vivimos encerrados en nuestras burbujas, ya sea de privilegios, o de descontentos, o de desinterés, o de resignación a votar por el menos malo.

Para quienes estos resultados les generan desilusión, primero que nada, es natural que te sientas así, tus emociones son válidas y es necesario desahogarse y expresar las opiniones y las preocupaciones, y si se tiene una mirada autocrítica y las situación no se dirige hacia donde desearías, te invito a que este proceso sea un pretexto para reflexionar, para usar la autocrítica, para dejar de ver las diferencias como una fuente de conflicto, para analizar a quién le conviene que me sienta así, quiénes se benefician de mi bajón emocional, y cuáles son mis estrategias de afrontamiento saludables para darle la vuelta al asunto. Sé que quizá tengas miedo que tus temores se cumplan, pero vamos a ver qué pasa, y sí, definitivamente si estos resultados no te agradan, se vale ser una voz crítica, que señale lo que no está bien.

Si los resultados te sorprendieron, quizá hay una desconexión entre tú y la mayoría de adultas y adultos votantes, tal vez no volteaste a ver lo suficiente las distintas realidades sociales y sus opiniones sinceras, así que espero que de ahora en adelante tus privilegios no te cieguen, que vaya creciendo en ti la consciencia social para mirar más de cerca las múltiples realidades en nuestro Estado y cómo van entendiendo que su voto cuenta. Faltan todavía las estadísticas y resultados definitivos para analizar los datos por grupos demográficos y saber quiénes salieron más a votar, quiénes dieron el triunfo a las candidatas y candidatos.

Y si hoy celebras la victoria de la persona por la que votaste, recuerda que esto es sólo el comienzo y que sabes lo que prometieron, y que no es nada más creer en esas personas sino también estar pendiente de sus desempeños y dejar atrás la ceguera de que todo lo hacen bien y tener la humildad de reconocer sus errores, que esto no tiene que volverse defender a alguien a capa y espada, y todas las personas tenemos defectos y virtudes. Los proyectos apenas se van a construir y sigamos siendo activos políticamente para exigir rendición de cuentas, denunciar la opacidad, y pedir que estén a la altura de la situación. 

Nadie sabe qué le depara a nuestro Estado con estos cambios, pero creo que todos queremos lo mejor, así que las divisiones y separatismos hay que dejarlas de lado de una vez por todas.