Fueron necesarios 24 agónicos días desde el desastroso debate que lo enfrentó en Atlanta a Donald Trump para que Joe Biden se rindiera a la evidencia: el presidente de Estados Unidos anunció este domingo que, a sus 81 años, ceja en el empeño de presentarse a la reelección el próximo mes de noviembre.
Con esa decisión histórica, anunciada un domingo cualquiera mediante un mensaje sorpresa en la red social X, la campaña estadounidense más atípica de la memoria reciente se adentró un poco más en el caos, con un partido, el demócrata, sin candidato claro ―aunque Biden apostó rápidamente por su vicepresidenta, Kamala Harris―, y el republicano rendido a los pies de un líder que acaba de sobrevivir a un atentado que por poco le cuesta la vida y cuyos fieles adoran, como consecuencia de ese milagroso golpe de suerte, casi como una figura mesiánica.
La carta que publicó Biden está dirigida a sus “compatriotas estadounidenses”, a quienes les confiesa que ser presidente “ha sido el mayor honor” de su vida y les promete que comparecerá ante ellos “a finales de la semana próxima”. “Mi intención era la de buscar la reelección, pero creo que lo mejor para mi partido y para el país es que me retire y que me centre únicamente en cumplir mis deberes en el cargo durante el resto de mi mandato”.
“En los últimos tres años y medio hemos hecho grandes progresos como nación”, dice Biden en la segunda frase, antes de pasar a defender el legado de su tiempo en la Casa Blanca, a la que llegó con el encargo de suturar las heridas de un país hecho jirones tras cuatro años de Trump y que abandona, sin haberlo logrado, empujado por los suyos y por el clamor global ante las sospechas sobre sus aptitudes físicas y mentales, puestas a prueba en un cara a cara electoral que el 27 de junio pasado siguieron en directo más de 50 millones de personas.
Apoyo a Kamala Harris
En un segundo mensaje, también publicado en X, aunque esta vez dirigido a sus compañeros demócratas, Biden anunció a los pocos minutos que apoyaba la candidatura de Harris para sucederlo al frente de la campaña.
“Mi primera decisión como candidato del partido en 2020 fue elegirla como mi vicepresidenta. Y ha sido la mejor decisión que he tomado. Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año. Demócratas: es hora de unirse y vencer a Trump. Hagámoslo”, dice el mensaje de Biden.
Harris tardó dos horas y media en agradecer se apoyo para que sea la candidata demócrata a la nominación presidencial, y confirmó que optará a ese nombramiento, que tradicionalmente se oficializa en la Convención Nacional, que tendrá lugar este año entre el 19 y 22 de agosto en Chicago.
Dilema para los demócratas
Otros importantes miembros de la formación, como el expresidente Barack Obama (2009-2017), la influyente congresista californiana Nancy Pelosi o el líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, no han expresado su simpatía por nadie.
Sin embargo, el expresidente Bill Clinton (1993-2001) y la excandidata presidencial y exsecretaria de Estado Hillary Clinton dieron su apoyo a Harris poco después del histórico anuncio de Biden.
Por el momento nadie ha declarado su intención de desafiar la candidatura de Harris, que según algunas encuestas obtiene mejores cifras de intención de voto frente a Trump que Biden.
La única alternativa a Harris que consistentemente tiene mejores datos en los sondeos frente a Trump es otra mujer de color: Michelle Obama.
Cabe recordar que esta tumultuosa elección no tiene precedentes desde 1968, cuando Robert F. Kennedy fue asesinado y Lyndon B. Johnson, que había sufrido un infarto y no tenía posibilidades de victoria frente al republicano Richard Nixon, se retiró.
Responden los republicanos
El expresidente reaccionó a las sensacionales noticias diciendo primero que creía que le será “fácil” ganar a Harris en las urnas.
Destacadas voces del Partido Republicano se sumaron, con el candidato a vicepresidente J.D. Vance a la cabeza, a pedir la dimisión del presidente de EUA bajo la lógica de que si no puede ser candidato tampoco está capacitado para dirigir el país y tener a mano, por ejemplo, el botón nuclear.
Texto y foto: Agencias