No hay peor ciega que la que no quiere ver

René Emir Buenfil Viera

psicrenebuenfil@gmail.com

Una esposa puede recibir o descubrir pruebas de las infidelidades de su marido y aún así decide no creer, o se deja convencer por las explicaciones o excusas que le dan, por más malas que sean, porque se la ha pasado la vida de casada justificando al esposo en sus faltas de respeto, defectos, agresiones y errores, y está programada a creer que la ropa sucia se lava en casa, y a enfocarse más en los pocos momentos donde se porta bien, nada más porque le estás dando la razón y diciéndole sí a todo sin chistar ni oponer resistencia.

Creerte las mentiras de tu pareja es el mal hábito de no cuestionar lo que dice, darlo por hecho como santa palabra, esto puede estar relacionado con tener una personalidad dócil y sumisa, o por el lavado de cerebro que te hace diaria y constantemente para convencerte de lo que le conviene que sepas o en lo que le conviene que creas, claro que esto habla del poder tan grande que le puedes dar a un hombre hasta el punto de depender de él para pensar, o para tener un punto de vista o una opinión de las cosas. Si tu esposo te está negando que es infiel y terminas creyendo más en lo que dice que en lo que hace es que tampoco tienes la valentía de averiguar, buscar detalles que comprueben estas sospechas, como dice el dicho, tener los pelos de la burra en la mano.

Si no espías o no revisas, o no atas los cabos sueltos, también tiene que ver en que tu pareja te conoce y te mantiene débil y dominada a través de la violencia de género como para sentirse seguro que ni se te pasaría por la mente indagar más y hacerle caso a tu intuición, pues se ha encargado de aplastarla a cada oportunidad que ha tenido. También está el miedo de separarte, a quedarte sola, sobre todo cuando dependes económicamente de él.

¿Qué posibilidades hay en esta situación? Primero que nada, aunque racionalmente pienses que te es infiel y que tendrías que separarte, esto no quiere decir que estés lista emocionalmente, ni estratégicamente, ni legalmente, ni logística ni financieramente. Y si no estás fortalecida emocionalmente para separarte de tu marido o pareja, y este señor tiene un gran control sobre ti, es muy probable que termines regresando con la cola entre las patas y además en una situación de mayor desventaja.

Así que el objetivo en terapia psicológica ante esta situación es el empoderamiento, el que te sientas segura y capaz de salir adelante sin él, y que te prepares en todos los frentes necesarios y que contemplemos seriamente todas las posibilidades y sus efectos para tomar decisiones de manera asertiva.

También puede pasar que decidas seguir a pesar de las dudas, o que no sepas si seguir o no y la incertidumbre te esté matando por dentro, que tengas los niveles de ansiedad por los cielos, que tengas tanto coraje contenido y no sepas cómo expresarlo más que con reclamos y reproches constantes que hacen el ambiente en casa denso, estresante y difícil. Quizá no estás tan ciega como crees que estás, y hay una chispa en ti que puede generar el cambio.