En Yucatán las condiciones para adquirir una casa habitación están limitadas en parte por los salarios, aunque hay confianza en colocar este año buen número de inmuebles
A pesar de que en los últimos cinco años ha mejorado el ingreso de los yucatecos y su salario promedio, todavía es un gran reto el tema de la accesibilidad para la adquisición de una vivienda, ya que la más barata se cotiza en aproximadamente medio millón de pesos.
Los más afectados con esta situación, sin duda, han sido los jóvenes menores de 30 años que, ante la desaparición de programas que les otorgaban un apoyo para la adquisición de vivienda, no cuentan con capacidad crediticia para comprarla.
Al respecto, el presidente en Yucatán de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), Sergei López Cantón, manifestó que mientras que en 2015 se vendieron 3 mil 500 viviendas a jóvenes menores de 30 años de edad, el año pasado apenas fueron 300.
El incremento de precios en estos últimos nueve años ha sido del doble, ya que una vivienda económica pasó de $250 mil a 500 mil pesos, situación que se agravó por la falta de materiales de construcción que ocurrió en tiempos de la pandemia, además de la inflación que normalmente aumenta cada año.
De esta manera, en 2023 el incremento en los precios de la vivienda fue de un 8.5% en relación con 2022, cuando la inflación fue superior a los ingresos de las familias, situación que este año registra una desaceleración, pues hasta el mes de julio era de 6.5% y las tendencias arrojan que sigue a la baja, de modo que de acuerdo al presidente de la Canadevi Yucatán, en estos momentos es del orden del 6%.
“Nosotros como cámara cuidamos que al construir se tenga una mayor eficiencia posible para cuidar los costos y tratar de contener el incremento de precios y que no se salgan de la capacidad de compra de los yucatecos, no sirve de nada subir los precios a lo loco, si luego no va a haber compradores”, explicó.
De manera general para el sector inmobiliario hay muy buenas expectativas, ya que para este año se espera vender 7 mil 300 viviendas, de las cuales hasta el mes de julio ya se han colocado 3 mil 500.
“De estas, 2,000 viviendas se vendieron a través de créditos del Infonavit, mil por medio de la banca hipotecaria y el resto con otros esquemas como Fovissste y Banjercito”, detalló el dirigente, quien fue entrevistado en el marco de la presentación de la edición 23 de la Expo Vivienda.
Este evento, considerado el más importante en materia inmobiliaria en todo el sureste, se llevará a cabo de manera física del 3 al 6 de octubre en el Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI, donde más de 80 expositores ofertarán más de 3,000 propiedades, tanto en la capital yucateca y su zona metropolitana, como en los municipios de Hunucmá, Valladolid y Tizimín.
Esta oferta incluye desde vivienda económica media y residencial premium, con precios que van desde los 500 mil pesos hasta los 10.5 millones de pesos, además de departamentos, town houses, terrenos privados residenciales con servicios y casas en la costa yucateca.
Durante la rueda de prensa, celebrada en las instalaciones de la Canadevi Yucatán, López Cantón comentó que en los últimos cinco años ha crecido la demanda de viviendas vertical, al grado que en la actualidad representa un 30% del total de la oferta disponible.
En ese sentido, se observa que los principales compradores en este tipo de eventos son personas que han llegado a vivir a Yucatán del extranjero o de otras entidades del país, y es este segmento el que adquiere las propiedades de mayor valor económico.
Otro dato es el relacionado con la tendencia de crecimiento de la capital yucateca y de manera general el estado para los próximos años.
“Cada año hay más población y más habitantes económicamente activos y, por consecuencia, más demanda de viviendas, y esta tendencia seguirá creciendo para los próximos 10 o 15 años mientras siga el bono demográfico”, comentó López Cantón, quien compartió otro dato relacionado con esta situación: Hace 30 años, en cada vivienda habitaban en promedio siete personas, pero en la actualidad, de acuerdo a datos del Inegi de 2020, la habitan un promedio de 3.3 personas, por lo que, al haber más personas que viven de manera independiente, se requiere de más oferta.
Ante esta situación, y en el caso particular de Mérida, en donde no hay límites físicos que impidan la expansión de la mancha demográfica, se destaca la importancia de contar con planes de desarrollo urbano que incluyan no solo a la capital yucateca, sino también a la zona metropolitana, es decir, a Umán, Kanasín, Conkal, Progreso y Ucú, así como tener la legislación necesaria para regular los usos del suelo, de tal modo que sea eficiente.
“La demanda futura se debe consolidar con zonas con infraestructura, servicios públicos y privados, así como transporte y seguridad”, abundó.
En Yucatán se ha avanzado mucho en materia de políticas públicas relacionadas con el sector inmobiliario, ya que cuenta con la Nueva Ley de Asentamientos Humanos, la Ley de Desarrollos Inmobiliarios, la Ley de Régimen de Condominio y la Ley de Vivienda, entre otros ordenamientos, citó el dirigente, quien recalcó que todos los desarrolladores que participan en la Expo Vivienda cumplen con los permisos establecidos por las autoridades de los tres niveles de gobierno, y que ofrecen desarrollos existentes, por lo que la inversión es segura, garantizada y de máxima calidad.
Esto es muy importante porque hay personas que a la distancia también acuden a la Expo Vivienda en su versión virtual, que está disponible desde el 26 de septiembre.
“Esperamos que en esta edición virtual tengamos 20,000 visitantes y en la presencial 8,500. Durante los cuatro días del evento vamos a tener a desarrolladores inmobiliarios agentes de bienes raíces instituciones de financiamiento entidades gubernamentales, así como proveedores de productos y servicios relacionados con el sector”, explicó.
En la rueda de prensa participaron también Mauricio Morales Grenn y Said Pacheco Cristiani, consejero y director general de la Canadevi Yucatán, respectivamente.
Texto y fotos: Manuel Pool