Ticul es cuna de la zapatería femenina en Yucatán

Ticul se caracteriza por tres actividades económicas principales, la alfarería, la zapatería y de manera reciente el transporte en mototaxis.

Y hablando de la fabricación de calzado, en esta ciudad ubicada al sur del Estado, se calcula que un gran porcentaje de sus habitantes, se habla hasta de un 60 por ciento, está relacionado con esta labor.

En varios rumbos de la población hay dispersos numerosos talleres de distintos tamaños dedicados a la elaboración de zapatos, principalmente para dama, y familias, cuyos integrantes aprenden el oficio desde niños, y en muchos casos heredando los conocimientos de sus padres.

“En cada taller hay personas especializadas en diferentes partes del proceso, como el cortador que es el encargado de la parte superior del calzado, el ensuelador, el acabador que limpia y pone en sus cajas el producto, para luego ser enviado al punto de venta, generando trabajo para el chófer y él o la vendedora”, comentó Rubén Peralta, cuya familia elabora zapatos para dama en el taller “Carolina”

“El taller lo tenemos desde hace 11 años. Mi papá aprendió trabajando con otra persona, tenía ocho años cuando me llevaba en los diablos de la bicicleta para acompañarle y lo primero que me pusieron a hacer como a muchos niños a esa edad fue a despegar y cortar hilos, luego te enseñan a ponerle cinta a las plantillas para que tengan refuerzo, lo último que te enseñan en el caso de los ensueladores es a tesar y montar el zapato en la horma”, recordó.

Lo importante es que en Ticul la producción es artesanal, y la mayoría de los que se dedican a esta actividad conocen todo el proceso para fabricar desde cero el zapato en diferentes modelos como las tradicionales chanclas de pata de gallo, zapato colegial, balerinas o para folclor, que sobre pedido se realizan con bordados de hilo contado o a máquina para las jaraneras.

Rubén nos platicó que su producto se envía a zapaterías principalmente de Cancún y algunas poblaciones cercanas, o en su caso, maquila para otras vendedores, siendo que antes se enviaba a otros estados como Tabasco lo cual ya no sucede por temas de seguridad, ya que como se recordará hace algunos años dos choferes fueron asaltados y asesinados en carreteras del estado de Chiapas. 

“Ahora mandamos nuestros zapatos a esos lugares pero lo hacemos sobre pedido y por medio de paquetería, aunque también llegan los compradores cada jueves a Ticul en un camión y en mototaxi llegan a los talleres para que puedan hacer sus compras”, indicó.

Dijo que lo malo de enviar los productos por paquetería es que se corre el riesgo de toparse con clientes malos que reciben la mercancía y luego no la mandan a pagar, situación por la que han pasado muchos de los fabricantes ticuleños que pasan muchos apuros hasta tener una cartera confiable. 

Otro de los temas que es de mucha importancia para el futuro de esta industria, es el tema de la industrialización que toma mucha relevancia porque en la actualidad los jóvenes ya no quieren aprender este oficio, ya que le dan prioridad a los estudios, de modo que una de las opciones es recurrir a la industrialización, aunque esto representa invertir en maquinaria muy cara de un precio superior a los 70 mil pesos cada una, por lo que se requiere de apoyo gubernamental para acceder a créditos para adquirirlas.

Es de destacar que en Ticul se tiene la capacidad para que cualquier modelo que se vea en un catálogo o en internet se le pueda fabricar, aunque también puede realizar algún modelo en particular, con buena calidad y a precios muy accesibles, no en balde esta ciudad se ha ganado el reconocimiento como una de las principales urbes zapateras en el sureste mexicano.

Datos a destacar

– Se estima que el 60 por ciento de la población de Ticul se dedica a la elaboración de calzado, ya que en varias partes de la ciudad hay talleres de distintos tamaños dedicados a la elaboración de zapatos, principalmente de dama.

– En Ticul la producción es artesanal y la mayoría de los que se dedican a esta

actividad conocen todo el proceso para fabricar desde cero el zapato en diferentes modelos como las tradicionales chanclas de pata de gallo, zapato colegial,

balerinas o para folclor. y sobre pedido se realizan con bordados de hilo contado o a máquina para las jaraneras.

Texto y fotos: Manuel Pool