Yucatán propone trabajar para aspirar a la fabricación de semiconductores como realiza Costa Rica

En el marco de la presentación del estudio regional “Oportunidades productivas vinculadas al comercio y la inversión en los Estados de Campeche, Quintana Roo y Yucatán”, que contó con secretarios de esas entidades y de la representación de la Secretaría de Economía del próximo gobierno federal, el titular de la Secretaría de Fomento Económico y Trabajo (Sefoet), Ernesto Herrera Novelo, resaltó que hay que apostarle a que Yucatán tenga un Centro Tecnológico Regional para que provea de semiconductores, como lo hace Costa Rica.

El funcionario estatal indicó que se puede tener la planta para fabricar estos componentes en Campeche, mientras que Quintana Roo y Yucatán se encarguen de los servicios.

“Es un excelente cierre trabajar con el Banco Interamericano de Desarrollo en manejar una ruta para los tres estados. El Bajío, el norte como región ha crecido, tenemos que hacer fortaleza, hay capacidades agroindustriales en Campeche; el turismo en Quintana Roo y los servicios y la economía del conocimiento en Yucatán”, agregó, en alusión de que le quedan unos días de gestión, luego de dos sexenios seguidos, ya que él fue colaborador del exgobernador priista Rolando Zapata Bello, y luego del panista Mauricio Vila Dosal.

Indicó que se puede llegar a tener un Centro Tecnológico Regional y utilizó el modelo de Costa Rica, porque tiene 5.5 millones de habitantes, mientras que en los tres estados de la Península hay 5.1 millones de habitantes y ellos le apostaron al desarrollo económico y la fabricación de semiconductores.

Señaló que a Costa Rica le llevó 17 años construir para lo que tienen ahora: alineó sus escuelas a esa política pública y hoy el ecosistema es impresionante, pues se ve cómo la gente crece.

Los sueldos de estas vacantes en Costa Rica van de los 50 a 120 mil dólares al año.

Interrogado que si este proyecto llega tarde porque él está de salida, mencionó que nunca es tarde, además el nearshoring tiene dos años para relocalizar inversiones y se tiene que realizar.

En un contexto global donde la demanda de semiconductores está en constante aumento, México se posiciona como un país estratégico para esta industria, con proyectos que buscan fortalecer su presencia en el mercado global.

Para muestra lo siguiente: uno de estos desarrollos es el proyecto de T-Note, una empresa respaldada por inversionistas árabes que ha puesto en marcha una iniciativa dentro del sector de semiconductores: la construcción de una planta de fabricación de microchips en Querétaro.

Ante el representante del equipo de Transición de la Secretaría de Economía Federal, Vidal Llerenas Morales, y del Secretario de Planeación y Evaluación del gobierno entrante 2024-2030, Luis Hevia Jiménez, el funcionario también señaló la necesidad de formar capital humano desde las universidades en áreas como ciberseguridad, robótica y tecnologías avanzadas, y de la recalificación para que las y los trabajadores se adapten a las nuevas demandas laborales y puedan aprovechar las nuevas oportunidades.

Por su parte, la representante País del BID, Laura Ripani, en compañía del jefe de la Unidad de Integración Regional, Pablo García, dijo que México presenta condiciones favorables para beneficiarse del reajuste en la producción mundial de bienes y servicios, mientras que la península de Yucatán tiene el potencial para ser un motor de desarrollo que impulse a todo el sur-sureste del país.

El análisis se enfocó en explorar opciones que potencien tanto sectores existentes como sectores prospectivos. Trascendió, que la península tiene ventajas en cuanto a recursos naturales, variedad de suelos y biodiversidad, pero también presenta oportunidades en términos de integración con cadenas globales y/o regionales de valor derivado de la tendencia global hacia una economía descarbonizada, con beneficios en productividad, transferencia de conocimiento y generación de empleo.

Asimismo, se expuso que existen oportunidades importantes para la agroindustria y el turismo, en donde se propone fortalecer las cadenas de proveeduría regionales para reducir la dependencia de importaciones y generar más valor dentro de la región, así como fortalecer a las micro, pequeñas y medianas empresas, que son cruciales para el desarrollo económico.

Texto y foto: Darwin Ail