La apicultura peninsular: desafíos y oportunidades

La representante de la cooperativa “Miel de Flores Mayas” de Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, Ana Rosa Parra, destacó la importancia de la apicultura en la Península de Yucatán.  En 2023, la región produjo el 32.5% de la miel de todo el país, gracias a la riqueza polinífera de las  plantas con flores provenientes de la selva, más de 900.

La Península de Yucatán concentra el 39 por ciento de las colmenas de apis melífera a nivel nacional y el 40% de los productores apícolas. Además, el 62 por ciento de los productores apícolas certificados orgánicos a nivel nacional se encuentran en esta región.

“En la región maya se impulsan programas de rescate de la meliponicultura que tiene gran valor social y económico, y que en particular involucra a muchas mujeres que se han comprometido con el desarrollo de esta actividad, y que el trabajo se comparte con hombres y jóvenes”, detalló.

Sin embargo, el sector  enfrenta desafíos como el cambio climático, que ha propiciado que no se tengan ciclos apícolas definidos puesto que hay variaciones en los tiempos de floración, lo que se refleja en la producción de miel.

Por ello, dijo, es necesario tener nuevas propuestas para la tecnificación de los apiarios, así como técnicas de manejo y producción que se adecuen a las condiciones actuales.

También explicó que, en la actualidad, el sector apícola nacional batalla contra la adulteración de la miel que reduce el precio y afecta la rentabilidad de la actividad, ya que los productores tienen que comercializar a precios bajos.

Ante este panorama, en el  marco del Foro de Consulta a la Sociedad en el Marco de la Elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030, los apicultores solicitaron apoyos para proteger y fomentar la actividad apícola.

También programas para eliminar el uso de agroquímicos y pesticidas, y condiciones para comercializar los productos con prácticas sostenibles.

Asimismo, pidieron que se reconozca y se apoye la labor de los apicultores respecto a la conservación y restauración de los paisajes productivos sostenibles.

“El apicultor maya es reconocido solo por producir miel, pero tiene un papel destacado en  la conservación y manejo de las selvas en sus comunidades”, recalcó.

Por último, considero que es importante dar a conocer al consumidor los beneficios que tiene la miel y sus derivados, pero además insistir en que la apicultura peninsular destaca por provenir de las flores de las plantas de la selva, que a su vez apoya a mitigar y reducir los efectos del cambio climático.

Texto y foto: Manuel Pool