Editorial de Peninsular Punto Medio

Anoche se vivió historia pura en nuestro país, pues es la primera vez que una mujer, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, lanzó la tradicional arenga a los héroes que nos dieron patria y libertad.

En los más de 200 años que llevamos como país independiente, esta tradicional ceremonia fue de varones, pues Claudia es también la primera mujer que preside el Poder Ejecutivo Federal.

Cada mandatario federal ha impuesto su sello personal al acto, dependiendo de los acontecimientos que le permitieron llegar al cargo. Por ejemplo, Vicente Fox lanzó arengas a la democracia y hasta a su familia y Felipe Calderón a la guerra por la seguridad, aunque ya todos sabemos la historia de su secretario del ramo.

Más tarde, Enrique Peña Nieto lanzó vivas por el regreso del PRI al cargo más importante del país y se le recuerda, también, porque no pudo hacer un corazón con sus dedos.

De Andrés Manuel López Obrador recordamos los vivas a la democracia, la Cuarta Transformación y a los pueblos originarios.

Claudia Sheinbaum no necesitará inventar un viva especial, pues ya lo ha hecho en otros momentos. Creemos que se centró en destacar el nuevo papel de la mujer en la vida pública, comenzando con ella misma, y con Laura Itzel Castillo y Kenia López, que anoche la acompañaron como presidentas de las mesas directivas en el Senado de la República y la Cámara de Diputados, respectivamente.“Es tiempo de mujeres”, ha repetido una y otra vez la doctora Claudia Sheinbaum.

Y anoche, comenzando con ella, las mujeres coparon los balcones más importantes de Palacio Nacional. Es tiempo de mujeres y nos toca hoy aplaudir, y todos los días sumarnos a ellas.