Arzobispo llama a cuidar los templos como espacios de fe

Durante la misa dominical en la Catedral de Mérida, el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, explicó ante los feligreses que el profeta Ezequiel relató cómo del altar de un templo “brotaba agua en abundancia hacia el oriente, de modo que se formó un enorme río, del cual a sus orillas habría árboles cuyos frutos servirían de alimento y cuyas hojas serían medicinales”.

El prelado explicó que ese cauce simboliza la purificación, pues forma parte del jardín del Edén, “de donde fueron expulsados nuestros primeros padres, Adán y Eva; por tanto, volver al oriente significa volver a la gracia, a la amistad con Dios, al origen de nuestra naturaleza”.

“Desde la más grande basílica hasta la más humilde capilla, cada templo es un lugar que no encierra celosamente los dones y gracias que el Altísimo derrama sobre quienes oran ahí, sino que todas las oraciones y sacramentos celebrados desbordan cada templo y salen como un río de gracia para bendecir a toda la humanidad. El poder de los sacramentos y la oración devota no benefician sólo a quienes asisten al templo, sino que la gracia del Señor se extiende hacia todos sus hijos, como un río caudaloso”, expresó Rodríguez Vega.

Durante la celebración eucarística, un hombre y una mujer recibieron el sacramento de la confirmación de manos del arzobispo, quien celebró que ambos se alejarán de las tentaciones del mal.

Asimismo, integrantes de la Fundación Scout Mexicana participaron en la misa dominical como parte del 50 aniversario de sus actividades en Campeche, Yucatán y Quintana Roo, con la presencia de nueve grupos que se unieron a la celebración religiosa.

Texto y foto: Alejandro Ruvalcaba