Familia solicita apoyo para cubrir gastos de traslado de un padre hospitalizado

El trabajador de la construcción Juan Pineda permanece grave tras un accidente laboral 

El accidente laboral que sufrió un albañil dejó a su familia sin recursos económicos, luego de que tuvieran que viajar desde otra entidad para acompañarlo y atender su situación médica.

El pasado viernes, Juan Antonio Pineda, trabajador de la construcción, resultó gravemente lesionado cuando un polín cayó sobre su cabeza, provocándole un traumatismo severo.

Inicialmente, el lesionado fue trasladado al Hospital Juárez, pero dada la gravedad de sus lesiones, fue remitido al Hospital T-1 del Imss, donde actualmente permanece internado y bajo atención especializada.

Cerca del paciente

María, una de las hijas de Juan Antonio, viajó desde el estado Tabasco —donde reside—, mientras que su mamá y otra de sus hermanas hicieron lo propio desde Cancún para permanecer cerca del paciente.

Sin embargo, los gastos de traslado, hospedaje y alimentación ya superan los 20 mil pesos.

“El apoyo económico, o de hospedaje, porque mi papá está internado, y no sabemos para cuándo lo vayan a dar de alta, entonces esa es nuestra necesidad”, dijo María.

La madre de María (exesposa de Juan Antonio), señaló que la empresa donde él laboraba no les ha brindado apoyo económico, ni psicológico, pues únicamente cuentan con la cobertura del Seguro Social.

“Decirle a la gente que nos ayude, porque está difícil la situación, y cada día se pone peor la situación y nadie nos ayuda”, añadió María.

La familia hace un llamado a la comunidad y a quienes deseen apoyar esta causa. Los interesados pueden comunicarse al número 9371 67 17 81, disponible las 24 horas.

A DESTACAR

Quienes estén interesados en ayudar a la familia del albañil Juan Pineda pueden comunicarse al número 9371-67-17-81 para obtener mayores informes. 

Las hijas y exesposa del trabajador accidentado solicitan  ayuda para costear su estancia en Mérida y alimentos, ante la falta de respuesta de la empresa.

Texto y fotos: Alejandro Ruvalcaba