Yucatecos conmemoran a los Fieles Difuntos

Sin importar el imponente calor que azotó este dos de noviembre a la capital del estado, miles de yucatecos se dieron cita en el Cementerio General y el Panteón Florido, para visitar a sus seres queridos, quienes se les adelantaron en el camino y darle vida, de manera irónica, a un lugar pensado para albergar a los muertos.

Listos con flores, veladoras e incluso algunos con productos que les gustaban a sus difuntos, yucatecos se dieron cita a estos dos cementerios, de los más tradicionales del estado, para pasar un rato en familia como cuando se encontraban con vida.

A las afueras las vendedoras de flores hacían un corredor lleno de olores y colores que era un atractivo para todos aquellos que llegaban al panteón, pero que además recordaba que año con año, familias enteras viven de esta actividad económica y que estas fechas significan un repunte en sus ventas como suele suceder en los comercios en temporada navideña.

Personas iban y venían de un lado a otro con las flores, pero igual cubetas de agua que usaban para limpiar las tumbas de sus familiares, y dejarles veladoras prendidas dentro de los nichos, así como algún objeto personal que querían dejarle como recuerdo.

Los más devotos fueron a dejar algo más que flores, también dejaron sus oraciones, como el caso de la familia Martínez, la cual completó el rezo del Rosario correspondiente al día de ayer, en atención a la recomendación de la Iglesia de rezar por los que ya no están, para que su estancia en el Purgatorio fuera más corta.

Pero también cabe decir que no todo fue en familia, también había los solitarios que solo se quedaron parados en frente a una tumba, y que movían los labios sin soltar una palabra. Igual podrían estar en pleno rezo o en la despedida de aquella persona especial, pero era imposible saberlo con certeza porque no se escuchaba nada de lo que decía.

Sin embargo también se pudieron ver cosas un poco más exóticas, como gente acostada encima de las tumbas, no durmiendo, solo acostadas, quizás en descanso del sol o solamente era una muestra de que no se quería separar de alguien.

En general se habla de que fueron alrededor de cuatro mil personas que asistieron al Cementerio General, cifra un poco menor a lo que se ve en otros años, pero sin duda la sensación allí está, esa misma que año con año llena de vida un lugar destinado originalmente para los muertos.

–Roberto Ojeda

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