A pesar de que en el presente año la Procuraduría General de la República ha decomisado minicasinos en todo el estado, la instalación de éstos no ha sido frenada; tan sólo en los alrededores del centro de este puerto operan más de 60.
Luego que la delegación estatal de la PGR reveló que en lo que va del presente año se decomisaron una importante cantidad de máquinas tragamonedas con el aseguramiento de más de 30 mil pesos, éstas volvieron a ser instaladas.
Esta situación pudo apreciarse luego de hacer un recorrido ayer en diversos comercios donde menores y adultos dejan en promedio entre 40 y 200 pesos diarios y cuyas ganancias para sus expendedores oscilan entre los mil 500 y 2 mil pesos diarios a pesar de que está tipificado como un delito federal.
Autoridades aseguran que estas máquinas de apuestas no están contempladas dentro de la Ley Federal de Juegos y Sorteos y por lo tanto, no cuentan con la autorización de la Secretaría de Gobernación (Segob) para operar, por lo que su operación constituye un grave delito.
Estas disposiciones están contempladas dentro del Artículo 1 y 2 de la Ley Federal de Juegos y Sorteos, que establece que están prohibidos los juegos de azar y los juegos de apuestas; por lo que sólo están permitidos el juego de ajedrez, los dados y otros semejantes, como el dominó, el boliche, el billar, la pelota en todas sus denominaciones y las carreras de personas, vehículos y animales.
Reconocen que, a pesar de que hasta el momento se desconoce la procedencia de las máquinas tragamonedas, actualmente, trabajan sobre algunas pistas.
Afirmaron que a nivel nacional, existen más de 70 mil máquinas tragamonedas distribuidas en pequeños establecimientos como farmacias, mercerías, tiendas de abarrotes, papelerías, tlapalerías e incluso en panaderías.
–José Luis Chavarría.