El 7 de octubre de 1966 llega a las costas de Yucatán Inés; el ojo de este huracán pasa a solo 25 kilómetros de distancia de Progreso, registrando vientos de 215 kilómetros por hora.
Ahora que nuevamente tenemos una amenaza en la costa yucateca con la presencia del huracán “Delta”, vamos a recordar como en un día como hoy, pero de 1966, se registró una de las más importantes evacuaciones registrada en la historia de Yucatán, la que decretó el gobierno de Luis Torres Mesías, cuando se acercaba a Yucatán el huracán “Inés”.
Aquel poderoso meteoro que alcanzó categoría 4 afectó al Caribe, Bahamas, Florida y México pasó frente a Yucatán el viernes 7 de octubre de 1966, y gracias a las memorias de don Romeo Frías Bobadilla plasmadas en su libro “En el Cráter Porteño”, se destaca que en aquella ocasión salió hasta el último habitante no solamente de Progreso, sino de otros puertos del estado para refugiarse en Mérida y en otros lugares.
Se dice que esa evacuación manejada por Torres Mesías con el apoyo de las líneas camioneras le permitió permanecer en el poder después de los numerosos problemas que tenía en su administración.
Don Romeo Frías consideró en su momento que aquella fue la evacuación más rápida y más numerosa de la historia, ya que después de haber salido los habitantes de la costa para resguardarse del meteoro que venía arrasando, el gobernador, junto con el comandante de la zona militar y otros funcionarios, además del alcalde de Progreso en turno, don Manuel Pardío Sosa, se quedaron en el Palacio Municipal para resistir el furioso vendaval y proporcionar auxilio a quienes lo solicitaran.
El ojo del huracán “Inés” pasó a solo 25 kilómetros de distancia de Progreso, registrando vientos de 215 kilómetros por hora que hacían bular techos de lámina y anuncios, los que callan con estrépito al suelo. Según datos de la época sólo quedaron en Progreso patrullas policiacas, militares y navales, además de unos 500 habitantes.
Desde el Palacio las personas mencionadas y los reporteros fueron testigos de los destrozos que ocasionó el meteoro y todos, como soldados, permanecieron de pie toda la noche hasta que amaneció y fue cuando observaron el cuadro aterrador provocado por el huracán “Inés” en Progreso.
El 50% de los predios sufrieron daños, la marejada ciclónica inundó la mayor parte de la localidad y su unió el agua del mar con la ciénega, lo que ocasionó que los progreseños quedarán aislados por carretera, también los servicios públicos quedaron paralizados por 2 semanas.
En Telchac Puerto fue tan fuerte la marejada que llegó hasta los 8 metros, destruyó el muelle y varias embarcaciones, una quedó atrapada en la Arboleda del parque principal. Las calles quedaron inundadas y el viento arrancó árboles y techos de las casas.
En Mérida las rachas de viento alcanzaron los 130 kilómetros y las calles quedaron inundadas, árboles fueron arrancados de cuajo, se derrumbaron postes de energía eléctrica, anuncios espectaculares y techos de viviendas.
Con la evacuación muchos se salvaron de morir en sus casas por los derrumbes que ocasionaron las fuertes ráfagas de viento, y como ya se dijo, Torres Mesías salió avante de tan temible lance para conservarse en el puesto hasta concluir con su periodo.
Después de ocasionar daños de gran magnitud en los puertos del estado, el huracán Inés también tocó tierra en el sur de Tamaulipas, donde tocó severos estragos.
Texto: Manuel Pool
Foto: Cortesía
