Fue una lección para toda la ciudadanía y para las autoridades de ese momento. Cuando se busca imponer una obra al margen de la participación de los ciudadanos, sobre todo una obra compleja, que tenía resistencia por diferentes motivos, es algo que nunca más debemos de repetir, y que nunca más se debe volver a dar en la ciudad de Mérida, aseguró el presidente municipal Renán Barrera Concha.
-Nosotros hemos ido hacia un lado totalmente opuesto a esa obra, es decir, hemos trabajado para que todos los proyectos de la ciudad sean socializados -señaló.
-Hoy nuestro objetivo es que vivamos en una ciudad cada vez con más armonía y desde luego que eso es un ícono (el incidente ocurrido el 4 de julio), un recuerdo de una generación completa que vivió algo que marcó un parteaguas en la historia de la ciudad. Las denuncias que se interpusieron ante la Comisión de los Derechos Humanos quedaron en la congeladora, nunca hubo sanciones formales en el caso particular, pero bueno, eso ya es una etapa que nosotros hemos cerrado y que queda para la historia de lo que se debe y lo que no se debe hacer en Mérida -mencionó el entrevistado.
En cuanto al nombre de la Glorieta de la Paz, que en su momento cuando fue alcalde por primera vez, en sesión de cabildo se autorizó el cambio de nombre, pero no ocurrió nada, Barrera Concha dijo: “La verdad es que no ha habido ningún cambio de nombre, pero tampoco hay una imposición como tal, hoy es conocido como la glorieta de la colonia México, o como la glorieta de una firma de hamburguesas, pero no, hasta este momento no, y lo estamos dejando así por ahora”, concluyó.
El 4 de julio de 2011, Renán Barrera Concha era diputado local y en esta calidad a las 4 y cuarto de la mañana recibió una petición de ayuda por parte de un grupo de ciudadanos que se encontraban en la Glorieta de Montejo tratando de evitar que se iniciaran los trabajos del paso deprimido, a cuya construcción se oponían. Según consta en el acta circunstanciada que entonces se levantó ante la Codhey, al llegar se pudo percatar que gente vestida de civil sostenía las vallas y con ellas mismas alejaba a la gente, incluso golpeando a dichos ciudadanos.
Manifestó también que pudo reconocer a varias personas entre las que se encontraba personal del Ayuntamiento de Mérida y otros funcionarios tales como Mariel Flota Alcocer y Julián Colonia Várguez, director de Comunicación Social, a quien se acercó para decirle que todo se estaba saliendo de control y que la gente se estaba pasando (refiriéndose a un grupo de choque), sin embargo el funcionario no hizo nada al respecto.
El entonces diputado local manifestó que fue agredido por un grupo de aproximadamente 12 personas a las 6 horas con treinta minutos, de lo cual indicó que había videos y fotos que ofreció presentar de manera posterior.
Texto: Manuel Pool Moguel
Foto: Cortesía
