Hace más de dos mil años, en Belén nace Jesús el Salvador, que enseña a sus seguidores que la humildad y vivir el Evangelio son la receta para el crecimiento espiritual. Dirigentes católicos señalan que es el momento de fijarse metas espirituales y no repetir errores del pasado
La Navidad es el nacimiento de Jesús y para un buen número de personas es la oportunidad de abrir regalos, brindar, cenar pavo, romper piñata, bailar y, en ocasiones, hasta beber cervezas y alcohol de más. Sin embargo, la Arquidiócesis de Yucatán y líderes religiosos exhortan que es el momento ideal para hacer una evaluación del crecimiento espiritual que se ha tenido en el año, de buscar más a Dios.
El 25 de este mes, hace más de dos mil años, se tuvo la gran noticia que anunció el ángel a los pastores, del nacimiento del niño Jesús, el Salvador de la humanidad.
En su mensaje navideño, el arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, explicó que se trata de una memoria y no de un simple recuerdo.
“La memoria hace presente las obras de Dios, y no nos cabe en el corazón la alegría por el gran regalo que el Padre Celestial nos da hoy a todos y cada uno: su propio Hijo que nació haciéndose semejante a nosotros, para que podamos recuperar nuestro ser de hijos de Dios”, agregó.
Hace unos días, el Papa Francisco pidió no olvidar la verdadera esencia de la Navidad, “distraídos por el consumismo que corroe su sentido, abrumados por una marea de distracciones y publicidad”.
En la mayoría de las casas el 25 de diciembre la gente cenará, intercambiarán regalos o Santa Claus les dará sus regalos a los niños y niñas que se portaron bien. Se acostumbra a poner el niño Dios en el pesebre en representación del nacimiento y hay quienes romperán piñata, se pondrán a bailar, a conversar y tomar las cervezas o copas.
Se espera que la mayoría de estos asistan a la iglesia a escuchar la misa o a sus respectivos templos.
Monseñor indicó “festejemos llenos de alegría y amor, con nuestra familia y con nuestros amigos, pero sin descuidar a los preferidos de Dios que son los pobres y los pequeños de este mundo”.
“Festejemos, sí, pero sin olvidar al festejado, a nuestro Salvador, que quiere nacer en el pesebre de nuestro corazón; que quiere nacer en el seno de cada familia; que quiere nacer en la Iglesia entera, así como en la más pequeña capilla; que quiere nacer en un mundo en donde falta su paz, su amor y su consuelo para todo aquel que lo necesite”, expresó.
“Hermanos y hermanas, hace 800 años el gran san Francisco de Asís recreó el primer nacimiento, y aún ahora, muchos creyentes nos ayudamos de los nacimientos para transportarnos a la noche de Belén. Es por eso que el papa Francisco nos invitó a añadir en nuestros nacimientos una imagen del Santo del Cántico de las Creaturas”, agregó.
Detalló que el nacimiento es para nosotros, pequeños y grandes, un medio de evangelización, junto a las posadas, la piñata de siete picos y las pastorelas. Lo más sencillo es lo mejor para los más sencillos.
“Que pasen todos ustedes una muy feliz Navidad, para que juntos sigamos construyendo la paz que el Niño Dios trajo a este mundo”, refirió.
Por su parte, el sacerdote del recién nombrado Santuario Guadalupano (Nuestra Señora de Guadalupe), ubicado en el barrio de San Cristóbal, José Gilberto Pérez Ceh, dijo que la Navidad es el recordatorio que Jesús vino a ser la luz para nosotros, que nosotros tenemos que vivir como hermanos.
Señaló que hay que orar porque esto nos permite estar más cerca de Dios; hay que dar gracias a Dios, agradecer las bendiciones y también es importante saber compartir con los demás.
Mencionó que también es una fecha para perdonar, para ver esa luz del Evangelio, que lamentablemente problemas, hasta herencias, dividen familias cuando se deben estar juntos.
Recordó que hay que agradecer, hay que pedir con la paz del mundo, en los estados donde hay mucha inseguridad esto se reduzca, no es justo que la gente viva atemorizada.
Cade recodar que Ucrania y Rusia continúan con una guerra, Israel sostiene una ofensiva contra Hamás, en Palestina, y en México han aumentado los crímenes a consecuencia de la inseguridad.
Resaltó que por fortuna Yucatán no tiene tanto este problema y hay que seguir agradeciendo a Dios y colaborando con las autoridades para que esto continue.
Indicó que también se puede hacer un compromiso para asistir más seguido a la Iglesia y aseguró que están motivados con el trabajo realizado para acercar más a los jóvenes.
“En lo que respecta en el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe casi no hay jóvenes ya que es un barrio céntrico, donde en su mayoría viven personas de la tercera edad, pero las capillas que pertenecen a esta iglesia allí sí hay grupos de jóvenes”, puntualizó.
Para el también pastor de la iglesia cristiana Puerta del Cielo, Abraham López Vázquez, la Navidad es un momento para reflexionar, para hacer una evaluación y comprometerse para no volver a cometer los errores.
El templo está ubicado en la colonia Nueva Pacabtún y también él tiene un comedor en la colonia San Luis Sur Dzununcán. Esta labor pertenece a la asociación “Semilla que crece”.
Reconoció que no es fácil alejarse del materialismo, del consumismo, ya que por donde uno mire ve esto, pero hay que esforzarse para que sea lo prioritario, sino sentir el amor de Jesús.
Aseveró que se puede uno fijar metas a seguir en el próximo año como asistir más al templo, ser menos volátil, no provocar a nadie, escuchar más a los demás y hablar menos.
Ejemplificó que, en su caso, con la labor que realiza en el comedor ha aprendido a no rendirse para no dejar de tocar puertas.
“En siete años que se tiene ese ministerio, debido a que por la inflación cada vez se complica recaudar los alimentos, en varias ocasiones he pensado en dejarlo, pero siempre sucede algo y sigo la obra”, agregó.
Señaló que cuando se salen sus patrocinadores, tiene que poner más de su bolsillo, en ocasiones se queda sin auto y tiene que estar prestando para las diligencias y no le prestan, y esto desanima, pero cuando ve las sonrisas de los niños y sus mamás que hacen luego de comer esto lo motiva.
Texto y foto: Darwin Ail