Abren “Simulacros” en la Fundación de Artistas

Tras el éxito obtenido durante la pasada edición de La Noche Blanca, Fundación de Artistas inauguró anoche su nueva exposición llamada “Simulacros”.

La muestra presenta la obra del artista mexicano Mauricio Galguera, misma que fue curada por Sharon Gesund, colaboradora de la prestigiosa galería Hilario Galguera, ubicada en la Ciudad de México. Reconocido como un artista de larga y respetada trayectoria, con exposiciones en importantes  galerías del país e importante proyección internacional, Mauricio Galguera presenta a modo de primicia su última serie de U-Spiders que conforman el proyecto “Simulacros”, además de marcar su retorno a Mérida, diez años después de haber realizado un imponente mural para el Hospital General Regional No.1 Ignacio García Téllez (T-1) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

“Simulacros” (en inglés Simulations) es una selección de obras conformada por un cuerpo de pinturas y dibujos, provenientes de la exploración del artista en relación al estudio de las líneas basadas en la naturaleza y en la interpretación de las formas; con la serie U-Spiders, Galguera dialoga con algunos artistas que preceden al expresionismo abstracto, específicamente con André Masson, Alexander Calder y Joan Miró.

Con el lienzo utilizado como elemento de síntesis, se crean organismos entramados y figuras geométricas que evocan la fragilidad de la existencia y el olvido, construyendo identidades infinitas en las que el espectador puede experimentar pérdida y desprotección que se unen a sentimientos de salvación y seguridad. El símbolo de esta paradoja es interpretado por Galguera mediante varias líneas sutiles dibujadas, principalmente en color negro, las cuales refieren a elementos cotidianos, acompañados por un fondo brumoso y en ocasiones con acentos de color. Entre líneas expresivas y gestos, surge un fuerte contraste con la figura geométrica y los campos de color, sugiriendo al espectador una construcción de escenas donde el vacío persiste. El resultado deriva en un simulacro, donde la imaginación permite que las formas y figuras cobren vida.

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