Mediante un programa preventivo buscan detectar y atender los casos de depresión entre los alumnos de la Universidad Autónoma de Yucatán
De acuerdo con estudios de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), el 30% de los estudiantes padecía depresión. Ante tal situación, la institución desarrolló y lanzó el programa preventivo Guardián, con el fin de frenar ese problema de salud.
El esquema ha dado resultados positivos, al reducir de un 30% a un 15 por ciento el número de casos de depresión.
En conferencia de prensa, la responsable del programa de Salud Mental y Emocional de la Facultad de Medicina de la Uady, Elsy Pérez Padilla, señaló que a raíz de la pandemia por el covid-19 aumentaron los casos de depresión, por lo que optaron por realizar tamizajes a los estudiantes para detectar esos cuadros y apoyar a los jóvenes emocionalmente.
“Somos la única facultad que realiza estos tamizajes desde que ingresan los alumnos, posteriormente antes de que realicen su internado y cuando egresan, lamentablemente en la etapa de residencia e internado dejamos de darles seguimiento y por eso continuamos la evaluación”, explicó.
El Proyecto Guardián es una iniciativa impulsada por la Asociación Yucateca de Suicidología y el Programa de Salud Mental y Emocional Mentemed de la Facultad de Medicina de la Uady, que busca aumentar la percepción de apoyo social entre el estudiantado, a través de una estrategia de guardianes entre pares como factor protector para la prevención del riesgo suicida y autolesiones.
A través de las y los guardianes se busca detectar y brindar una atención temprana a estudiantes que podrían estar presentando conductas asociadas al riesgo suicida.
Acompañada de la secretaria académica de la citada facultad, Alina Marín Cárdenas; del presidente de la Asociación Yucateca de Suicidología, Edgardo Flores Herrera, y del responsable Operativo del Proyecto, Jorge Chalé Maldonado, Pérez Padilla explicó que, para lograr el objetivo, el programa lleva a cabo conferencias, capacitaciones, prepruebas con estudiantes, posprueba y campañas de difusión permanentes.
Este proyecto es pionero en el sureste del país en la aplicación de este modelo de prevención del suicidio en comunidades universitarias. Actualmente, instituciones de prestigio como la Universidad Nacional Autónoma de México y la Iberoamericana, entre otras, cuentan con programas similares.
Para la Facultad de Medicina de la Uady, este proyecto es de vital importancia, debido en cierta medida a los siguientes puntos:
-La Facultad de Medicina alberga una población estudiantil con alto riesgo de sufrir depresión, ansiedad y otras condiciones de salud mental que pueden aumentar la probabilidad del suicidio.
-Al ser futuros profesionales de la salud, los estudiantes de medicina tienen un rol crucial en la promoción de la salud mental y en la prevención del suicidio en la sociedad.
-La aplicación de una estrategia de prevención permite sensibilizar a la comunidad universitaria sobre la importancia de la salud mental y brindar herramientas para la detección temprana y el manejo adecuado de casos de riesgo.
-La prevención del suicidio no sólo beneficia a los estudiantes de Medicina, sino que también crea un ambiente universitario más seguro y saludable para todos.
-La exitosa implementación de una estrategia de prevención en la Facultad de Medicina puede servir como modelo para su aplicación en otras dependencias universitarias, contribuyendo a la creación de una cultura de salud mental en toda la institución y en la sociedad en general.
Actualmente la facultad cuenta con 1,580 estudiantes y 80 profesores, donde existen 10 profesores guardianes y se espera que esta cifra se duplique.
Señaló que el programa inició con una atención personalizada y con mesas de trabajo se optó por tomar acciones, por lo que surgió un programa desde la secretaría académica acompañado con el departamento psicopedagógico de la Facultad de Medicina llamado Mentemet, que cuida la salud emocional de los jóvenes, a través de talleres, cursos y actividades lúdicas.
Indicó que requieren espacios de esparcimiento y para la facultad es de gran importancia la salud emocional. Se les da acompañamiento a los estudiantes, que es fundamental para que rindan en sus asignaturas.
Dijo que la carrera de Medicina es complicada, ya que se tiene una carga escolar, luego para su residencia tienen mucho trabajo y no se diga el trabajo profesional.
Actualmente, debido a la falta de personal en clínicas y hospitales, los estudiantes desde su residencia e internado sufren presión y luego se incorporan al servicio médico. Las quejas son parejas y los pacientes no están para explicaciones y esto puede resultar muy estresante y ni qué decir en temporada de brotes de enfermedades.
En tanto, Marín Cárdenas señaló que desde 2019 se han salvado muchas vidas. Jóvenes han sido enviados al Hospital Psiquiátrico con código 100 por intento de suicidio, y hoy están en las aulas.
Desde 2019 hasta la fecha han canalizado al Hospital Psiquiátrico a 40 estudiantes, por diferentes motivos, algunos hasta por ideación suicida.
A su vez, Chalé Maldonado manifestó que los maestros son cruciales para la detección de estudiantes que requieren apoyo y que se dé la atención necesaria y que también otros alumnos puedan apoyar.
“Desafortunadamente, las personas no suelen buscar ayuda, pero con el programa se busca evaluarlos, analizar los resultados, es una campaña permanente”, explicó.
Aseveró que después de la detección y luego de que la persona tome varias consultas mejoran hasta un 80%, pero lamentablemente en ocasiones dejan de ir a la terapia.
Recordó el caso de un estudiante, cuyo seguimiento le tocó en un período de exámenes y dejó de ir por éstos cuando su salud emocional debió ser prioridad.
Por su parte, Flores Herrera detalló que el suicidio es altamente complejo y no únicamente requiere del trabajo de profesionales de la salud mental como son los psiquiatras, psicólogos, sino de la intervención de todo entorno social para que esto se prevenga, incluyendo los medios de comunicación.
Explicó que para ser un guardián no se requiere ser un profesional de la salud mental para ejecutarlo: cualquier persona que se capacite para la detección puede actuar para contener y brindar un proceso que evite un suicidio.
Interrogado sobre los factores que inciden para que las personas intenten cometer el suicidio y que lamentablemente se dan casos de hasta niños, comentó que esto es complejo, pero que por el mismo patriarcado y machismo, los varones son más propensos a estos porque tienen que ocultar sus emociones.
“A nivel nacional las tasas más altas se dan entre los 15 a 19 años de edad, mientras que en Yucatán es de 19 a 29 años, cuando están estudiando o cuando se insertan al mercado laboral, puede deberse a pobreza, bullying, clasismo, todo esto que es un caldo de cultivo”, expresó.
Texto y fotos: Darwin Ail