A las 6:11 horas de ayer, pese a la nubosidad, el sol hizo presencia en el Templo de las Siete Muñecas de la zona arqueológica, marcando así el inicio de la primavera
Luego de que en 2024 la zona arqueológica de Dzibilchaltún estuvo cerrada, ayer unas nubes por poco arruinan que se note completamente el paso del sol por el Templo de la Siete Muñecas.
El equinoccio de la primavera llegó puntual a las 6:11 horas y es acá donde uno puede ser testigo de la grandeza de los mayas y de su precisión matemática.
En esta zona arqueológica, el fenómeno arqueo-astronómico se observa en la mañana y la neblina en ocasiones suele arruinarlo o las nubes. Como cantaría Saúl Hernández de Jaguares, “parecemos nubes que se las lleva el viento…”
En cambio, en Chichén Itzá, de acuerdo a especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), Kukulcán descenderá hoy a las 16:01 horas.
Alrededor de 300 personas asistieron a este sitio arqueológico, ubicado al norte de Mérida, para observar el equinoccio. Es común que algunas de las personas que asistan lo hagan vestidos de blanco, ya que es para cargarse de energía. También hay quienes se apoyan de binoculares y, por supuesto, algunos toman fotografías o graban vídeo.
El templo recibió su nombre por las siete muñecas de arcilla cruda colocadas debajo del piso del templo. También es conocido como el Templo del Sol, debido al fenómeno que ocurre dos veces al año, en los equinoccios de la primavera y el otoño, cuando el sol naciente es visible a través de sus aberturas.
Este templo es considerado como un tributo al increíble conocimiento matemático y astronómico de los mayas. Esta estructura era el punto focal de la ciudad y estaba bien conectada con el resto de los otros grupos y el cenote Xlakah por medio del sacbé principal.
El sacbé o “caminos blancos”, eran llamados así porque originalmente estaban cubiertos de piedra caliza blanca, construidos sobre rocas y escombros.
Descubrimiento
Durante 1942, los investigadores notaron varios trozos de mampostería intacta que sobresalían de una gran pila de escombros en el extremo este de sacbé. Esto les hizo pensar que una estructura podría estar enterrada debajo y lo que se encontró fue una plataforma piramidal totalmente colapsada.
Por alguna razón, alrededor del año 800, el templo estaba lleno de piedras y cubierto con otro edificio más grande en la parte superior.
Texto y foto: Darwin Ail