Adiós, Bojack

Por: Marcial Méndez

Este 31 de enero se estrenaron los últimos capítulos de la afamada serie original de Netflix bautizada como BoJack Horseman. A lo largo de sus 6 temporadas, la caricatura del caballo deprimido ha probado ser uno de los mejores programas animados de todos los tiempos, no por su animación (usualmente tiesa y mediocre) sino por la calidad de su drama y personajes (especialmente BoJack, uno de los protagonistas más complejos y escrutables que nos ha otorgado el medio televisivo).

Este último puñado de capítulos cierra este clásico moderno de una manera satisfactoria, aunque no impecable. Aunque todos los temas y personajes de la serie reciben su debida conclusión, los cierres de varias de las líneas argumentales secundarias se sienten algo apresuradas y fuera de foco. Si bien opino que este era el momento indicado para terminar la serie, algunos capítulos adicionales hubieran ayudado a amarrar mejor todo.

El final en sí es emocionalmente potente y recupera el impacto emocional de temporadas pasadas. Agradezco mucho que dé tanto para reflexionar y discutir como el resto de la serie, más se siente algo decepcionante por lo mucho que recuerda a finales de temporadas anteriores; aunque sí se siente como un adiós, se antojaba una conclusión más positiva y definitiva.

A pesar de esos detalles, BoJack Horseman pasará a la historia como un clásico animado de nuestra época. Si aún no lo ves o lo dejaste inconcluso, ya sabes qué poner en Netflix. De verdad es algo que no puedes perderte.

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