Adultos mayores y ciclismo

Everardo Flores Gómez

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Esta semana celebramos el Día de los Adultos Mayores. Algunos lo llaman el Día de los Abuelos, pero hay que decir que no todos los adultos mayores son abuelos, ya sea porque no tuvieron hijos o si los tuvieron pero estos decidieron no tener hijos.

Una forma de discriminar al adulto mayor es llamarlo viejo, anciano o abuelo sin su consentimiento, la discriminación a los adultos mayores recibe el nombre de “viejismo” y ocurre cuando son maltratados por ser lentos, por no escuchar bien, por no coordinar sus movimientos o por repetir siempre las mismas historias, entre otras.

En esta entrega quiero referirme a los adultos mayores que pedalean, la importancia de que sigan ejercitando su cuerpo a través de la bicicleta y la urgencia de tener calles más seguras para que cada vez más personas de la tercera edad se muevan por las calles en este vehículo.

No dejas de andar en bicicleta cuando envejeces -dice el dicho- envejeces en el momento que dejas de andar en bicicleta.

Los médicos lo tienen muy claro, pedalear no solo es bueno durante toda la vida adulta, sino que, una vez llegados a una edad avanzada, los beneficios son aún más evidentes a la hora de combatir el deterioro del cuerpo y, sobre todo, de la mente. El ciclismo además de ayudar a mantener la mente alerta favorece el funcionamiento de muchos de los sistemas clave de nuestro cuerpo, como son los músculos, los pulmones y el corazón, lo cual contribuye de manera decisiva a reducir drásticamente el riesgo de sufrir enfermedades.

La actividad física hace que el efecto del paso de los años en el cuerpo sea menor, que se envejezca más lentamente y que haya una menor tendencia a padecer un bajo nivel de ánimo, depresión o ansiedad, el ciclismo es una actividad ideal para los adultos mayores siempre y cuando se realicen los estudios médicos pertinentes que garanticen un buen estado de salud que posibilite realizar dicha actividad.

Por las calles de nuestra ciudad no es nada extraño ver a población de la tercera edad en bicicleta o en triciclo. Si bien es cierto que su gran experiencia pedaleando los ayuda a sobrevivir en las cada vez más traficadas de Mérida lo cierto es que sus reflejos son menores, su capacidad visual y sobre todo auditiva ha disminuido y eso es motivo suficiente para buscar tener calles más seguras.

Tengo amigos de más de 70 años que siguen pedaleando, ya sea como ciclistas urbanos o incluso como actividad deportiva. Los admiro. Me gustaría que los que vamos para allá sigamos teniendo la posibilidad de movernos en bici por Mérida, que esta sea una ciudad que no discrimine a sus adultos mayores, que sea una ciudad donde niños y personas de la tercera edad se sientan seguros de caminar o pedalear por sus calles. Así sea.