El proyecto Saguaro de exportación de gas natural con permisos de México dañaría el Golfo de California, una zona de alta biodiversidad, además de afectaciones a la vida humana y animal en el norte del país, denunciaron organizaciones civiles medioambientales.
Vanessa Prigollini, de la organización Marea, alertó en una conferencia de prensa que la ruta de traslado de gas entre Estados Unidos y México para abastecer el mercado asiático prevé transportar el recurso mediante megabuques por los mismos lugares de tránsito, descanso y crianza de ballenas y delfines.
“Los buques pueden afectar gravemente la biodiversidad que tenemos en esta zona y, sobre todo, a los cetáceos. El Golfo de California alberga a 39 por ciento de los mamíferos marinos del mundo, tenemos una gran biodiversidad y cetáceos residentes y migratorios que dependen de estas aguas”, afirmó.
Argumentó que el proyecto de la empresa México Pacific Limited, en colaboración con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), convertiría al Golfo de California y el territorio de Puerto Libertad en zonas de sacrificio porque mataría o desplazaría especies marinas y dañaría la salud de sus pobladores.
Este segmento oceánico es considerado por la Unesco como patrimonio de la humanidad porque alberga más de 12 mil 100 especies de flora y fauna, además de ser crucial para la reproducción de muchas especies y contribuir a la mitad del volumen de pesca en México.
Por ello, 30 organizaciones comenzaron una campaña para evitar el proyecto y armar una petición para que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, revise su viabilidad ecológica.
Claudia Campero, representante de la organización Conexiones Climáticas, describió que la empresa pretende llevar gas extraído mediante ‘fracking’ o perforación hidráulica desde Texas, Estados Unidos, hasta Puerto Libertad, Sonora.
Esto mediante un ducto de 800 kilómetros que pase por el desierto de Chihuahua y Sonora para producir 2,800 millones de pies cúbicos de gas al día.
En el puerto se construirá una terminal de licuefacción de 400 hectáreas, para luego transportar el gas en grandes buques, lo que recrudecería los gases de efecto invernadero, detalló la especialista.
“Ese gas natural es gas metano, un gas de efecto invernadero 86 veces más poderoso que el dióxido de carbono en los primeros 20 años que está en la atmósfera. Es un precursor de ozono que es tóxico para todos los seres vivos, la quema del gas emite óxido de nitrógeno y óxido de azufre y compuestos que dañan la salud”, dijo.
Añadió que el gasoducto previsto fugaría este compuesto en todo su trayecto, además de que la fábrica de licuefacción supone un peligro para los pobladores por la exposición al gas y los riesgos de explosiones.
Carlos Mancilla, activista de la organización BCsicletos, de la ciudad de La Paz, Baja California Sur, denunció riesgos para la pesca y el turismo en la región, actividades de las que subsisten miles de familias.
Texto y foto: EFE / Agencias