Advierten del peligro de dejar el cubrebocas

Especialistas señalan que no hay prisa para quitarse el dispositivo, pues aún corren riesgo las personas con comorbilidades y adultos mayores

A dos años de iniciar su uso masivo, el gobierno federal, con el apoyo de expertos, analiza la pertinencia de seguir usándolo, tanto en espacios abiertos como cerrados.

Especialistas advierten que “no hay prisa por dejar de usar el cubrebocas. Hacerlo en los espacios cerrados o abiertos sin sana distancia, sería un error”. Para la población, en particular los adultos mayores o personas con comorbilidades, su uso aún sigue siendo necesario, especialmente para quienes han padecido los efectos del covid grave y la pérdida de familiares.

No obstante, los jóvenes están más predispuestos a dejar de utilizarlo si así lo disponen los gobiernos. “A mí no me preocupa dejar de usarlo, me siento segura en la calle y en el salón de clases, además todos mis amigos están vacunados”, señala Sofía, de 20 años.

Al respecto, el doctor Mauricio Rodríguez Álvarez, vocero de la Comisión universitaria para la emergencia del coronavirus de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), enfatiza que el uso del cubrebocas “es una responsabilidad de la ciudadanía, no necesariamente es una decisión de los gobiernos. Esa etapa ya pasó”.

Clementina es categórica: “No lo voy a dejar de usar ni en espacios abiertos ni en cerrados. En mi caso, mis ocho hermanos enfermaron gravemente y perdí a mi padre. Siento que a mí el cubrebocas me ha ayudado mucho, personalmente no lo voy a dejar de usar ni le recomendaría eso a mi familia”.

Su uso fue incómodo al principio, reconoce Josefina, de 80 años, pero “no había miedo, sino pavor a la enfermedad. Lo usé para protegerme y para darle tranquilidad a mis hijos. Ahora es parte de mi vida cotidiana. No salgo sin él de casa, nunca lo olvido, me acompaña a todas partes: al mercado, al doctor y hasta al salón de belleza”.

El uso del cubrebocas está tan extendido que hay de marcas de diseñador; se volvió un emprendimiento para algunos; se eligen por color para combinarlos con el atuendo, incluso, hubo un aprendizaje sobre los tipos de filtración que ofrecen: si son tricapa, de grado médico o si se debe evitar el llamado cubrebocas de válvulas.

Dejar de ponérselo en lugares cerrados, aunque se conserve la sana distancia, “no es suficiente, porque los aerosoles flotan en el ambiente por varias horas y nos podemos contagiar”, afirmó el doctor Rafael Bojalil Parra, profesor investigador del Departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Lo que debemos hacer, explicó, “es dejar de usarlo en lugares abiertos, si hay distancia de un 1.8 a 2 metros, pero no en lugares cerrados como el transporte público, las oficinas y las escuelas”.

Recomendó una tríada: “vacunar a la mayor cantidad de población total, ventilar los lugares adecuadamente y seguir usando cubrebocas en espacios cerrados”.

En México, su implementación como parte de la política nacional tuvo altas y bajas; pese a ello, afirma Rodríguez Álvarez, en México el uso del cubrebocas se adoptó rápidamente y se mantiene como una de las medidas de prevención con mayor aceptación.

Texto y foto: Agencias