Su precio es de aproximadamente 1,851 pesos en zonas rurales del país y de casi $2,500 en las ciudades
Entre agosto y septiembre del presente año, el precio de la canasta básica ha experimentado un incremento del 2.8% en el ámbito rural y de 4.1 % en el urbano, lo que impacta especialmente a las familias que viven en extrema pobreza, de acuerdo con reportes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En las zonas rurales el precio de la canasta básica está en aproximadamente mil 851 pesos y en las ciudades, dos mil 452 pesos.
Se dio a conocer que dicho monto para la canasta básica es un “referente monetario para determinar si los ingresos de la población son suficientes para adquirir bienes, servicios y alimentos que conforman las canastas alimentaria y no alimentaria. Este monto tiene como objetivo principal establecer un umbral monetario para la medición de la Pobreza Multidimensional (PM) en México”.
Mientras que el salario mínimo en México para este 2025 es de 278.80 pesos diarios, en la Zona del Salario Mínimo General, para la zona libre de la frontera norte es de 419.88 pesos, lo que representa un aumento del 12% respecto al año anterior, de acuerdo con la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos.
Asimismo, el Inegi detalló que la inflación en agosto del 2025 fue del 3.6 por ciento, lo que representó una disminución de 1.4 puntos porcentuales respecto al mismo mes de 2024.
“Esta inflación se asemeja a la de agosto de 2019, que fue de 3.2%; por su parte, la inflación general mensual de agosto de 2025 (0.1 %) se redujo en 0.2 puntos porcentuales respecto al mes anterior, lo que contrasta con lo observado desde enero a julio de 2025, periodo en el que no había presentado cambios (0.3 %)”, informó el Inegi.
Según el Inegi, los productos que registraron los mayores aumentos en sus precios fueron la carne para bistec y la carne molida de res, consumidas tanto en el hogar como en taquerías o restaurantes, con incrementos de hasta 18%.
En las zonas rurales, el maíz se comercializó hasta en 19 pesos por kilo, aunque este precio puede variar según la región del país. Por su parte, las carnes de bistec de res y de cerdo alcanzaron los 107 y 65 pesos, respectivamente, mientras que el pollo llegó hasta los 63 pesos por kilo.
Sin embargo, estos precios pueden cambiar para los días de fiestas patrias, tanto en comunidades rurales como en las ciudades, debido al gran consumo de maíz blanco, carne de cerdo y verduras para cocinar el tradicional pozole que se registra para estas fechas.
El informe también reveló que los rubros con mayor incidencia en el alza de precios en estas zonas fueron cuidados personales, con un incremento del 6%, y educación, cultura y recreación, con un aumento del 5.2 por ciento.
Los cambios porcentuales anuales de las Líneas de Pobreza por Ingresos (LPI) —consideran
los valores monetarios de la canasta alimentaria y la no alimentaria— fueron de 2.9 % en el
ámbito rural y 3.4 % en el urbano. El incremento en ambos ámbitos fue menor a la inflación
general anual (3.6 %). La variación de las LPI respecto al mismo mes del año anterior disminuyó
2.1 puntos porcentuales en el ámbito rural y 1.8 en el urbano (5.0 y 5.3 % respectivamente).
“Las LPI se conforman de los alimentos y de bienes y servicios (canasta no alimentaria), respecto a los productos que más contribuyeron al cambio anual de las LPI fueron los de la canasta alimentaria en los dos ámbitos; esta incidencia fue mayor en el urbano de 62.0 % que en el rural de 51.7 %”, reportó el Inegi.
EN EL MERCADO
LUCAS DE GÁLVEZ
Debido a la situación económica y al aumento en los precios de verduras, frutas, carnes —res, cerdo y pollo— y, por supuesto, del pescado, la gente se ha visto obligada a buscar alternativas de consumo y a reducir sus compras.
En algunos puestos del mercado Lucas de Gálvez el plátano se comercializa hasta los 17 por kilo, el aguacate yucateco tres piezas por 20 pesos, el col hasta 35 pesos cada bola, el mango en los 40 pesos cada kilogramos, el kilo de tomate y la cebolla en los 16 pesos y el limón en los 5 pesos.
Mientras un kilo de bistec de res se comercializa hasta en los 220 pesos, el cerdo en los 90 pesos y el pollo llegan hasta los 120 pesos, pero esto puede variar de la calidad y tipo de corte.
Por su parte, el camarón va desde los 250 pesos por kilo dependiendo del tamaño, así como el pescado.
La señora Adelaida, una ama de casa, acude al mercado a realizar sus compras de frutas y verduras, así, como algo de carne cada semana, para lo que destina hasta mil pesos en cada compra.
“Vengo cada ocho días, es el alimento de para mí y mi esposo, nada más, entonces nos dura una semana, o un poquito más, pero los precios cambian a cada semana, a veces la fruta, se vuelva casi imposible comprar, como las uvas para diciembre ni pensarlo”, relató la mujer vecina de la colonia Mayapán.
Por su parte, Don Héctor, vecino de Mérida, acudió este fin de semana a comprar al mercado solamente fruta, como pepino, plátano, mango, sandía y melón. “La fruta, cara, y cada semana va aumentando y se pone difícil comprar, en ocasiones solamente compro dos o tres frutas”, comentó.
En los supermercados los precios de las frutas y verduras aumentan dramáticamente, pues un kilo de tomate cuesta hasta 25 pesos, el limón en 39 pesos y el aguacate en 48 pesos.
“Una bolsa de manzana de dos kilos importada está en los 180 pesos, es una locura, demencial el precio”, expresó Don Héctor, quien acudió el miércoles pasado a un supermercado de cadena nacional y decidió no comprarlas por el alto costo.
Texto y fotos: Alejandro Ruvalcaba




