El programa de protección y reproducción del insecto es dirigido por el profesor Denis Magaña Ortiz, quien junto con cuatro estudiantes, está decidido a garantizar la supervivencia de esa especie
Entre los diferentes programas y proyectos del Parque Metropolitano Yumtsil hay uno que llama la atención: la protección y reproducción de la abeja melipona.
El proyecto es dirigido por Denis Magaña Ortiz, profesor del Instituto Tecnológico de Mérida, quien junto con cuatro estudiantes, están decididos a plantar cara a la tendencia de producir miel y formar colonias para venderlas, ya que están a buen precio.
–Nosotros queremos ir un paso más allá y queremos establecer un lugar en donde sólo se produzcan las colonias de abejas, sin ningún fin de lucro, nuestro único objetivo es proteger y reproducir a la abeja melipona –indicó.
Actualmente, dijo, el precio del litro de miel alcanza los 1,600 pesos y las colonias entre 4 y 5 mil pesos, por lo que su producción es comercial y ya pocos lo hacen para preservar la especie.
–Hay una desmedida explotación del recurso, por eso nosotros queremos establecer un lugar donde sólo se propaguen las colonias. No es con el fin de lucro ni para vender miel ni colonias, sino para garantizar la supervivencia de la especie, ya que la abeja melipona ha sido cultivada desde hace más de mil años —afirmó.
Hay reportes en los códices mayas, dijo, de que hasta el mismo dios Zamná se dedicó a la producción de la miel y la abeja melipona.
–La producción de la miel de abeja melipona viene desde los antiguos mayas, que tenían un conocimiento muy profundo del producto. Hacían ritos con esos insectos, y hasta el dios maya Zamná producía colonias de melipona, eso nos habla de la trascendencia de conservar la especie —recalcó.
Por lo pronto, señaló Magaña Ortiz, se está poblando una colonia y en mayo del año que viene, antes de las lluvias, van a dividirla para poblar otras hasta convertir a Yumtsil en un santuario de la abeja melipona, ya que son varias hectáreas en donde hay bastante floración la gran parte del año.
Texto: Esteban Cruz Obando