El alcalde de Cuernavaca, Jose Luis Urióstegui, dice que la culpa del desplome del puente fue de la gente, por brincar, no por estar mal hecho o diseñado.
Esta teoría podría estar fundamentada en la persona que realizó varios brincos, para que después el puente colapsara, usando esto como justificación por parte del primer edil.
“Fue una imprudencia de quién empezó a saltar. No resistió el peso y nos caímos cerca de 20 personas”, comentó el alcalde.
El alcalde también mencionó que fueron varios los que brincaron y había más personas sobre el puente de lo que debía.
Por lo pronto Protección Civil dio a conocer que ocho personas resultaron heridas de consideración y dos fueron reportados como “graves”.
Se supone que debió haber cumplido con todas las condiciones de seguridad, desconocemos esta parte, no hemos tenido información de que se fuera a utilizar, pero a final de cuentas se debió hacer una revisión a fondo”, explicó el funcionario de protección Civil.