Han pasado casi 20 días desde que Abraham, un joven de 23 años de edad, fuera detenido sin razón alguna en el fraccionamiento Villas de Oriente, en Kanasín.
A la fecha no ha progresado la denuncia penal que interpuso en el Ministerio Público de Kanasín, y lo peor del caso es que al acudir al alcalde Edwin Bojórquez para exponerle el abuso de autoridad y brutalidad policiaca en la que incurrieron los cinco elementos de la policía que está bajo su mando, no solamente no lo escuchó, sino hasta lo bloqueó del WhatsApp, donde le envió facturas y demás documentos en los que demostró que se trata de un hombre de bien y que la detención fue injustificada, un atropello.
Los hechos ocurrieron el 29 de diciembre, a las 9:30 am, cuando este joven acudió a comprar portando un bultito que al parecer llamó la atención a los policías, quienes lo confundieron con un “tirador” de drogas.
En el trayecto a la comandancia, los elementos de la unidad 1255 lo golpearon brutalmente, a tal grado que lo hicieron vomitar, esto para meterle miedo y hacer que no denunciara los hechos. De hecho, el joven afirmó que el comandante “Hamburguesa” lo amenazó diciéndole que la próxima vez que lo viera en la calle le iba a sembrar droga.
“De hecho, cuando fui al palacio para intentar hablar con el alcalde, que nunca me recibió, unos conocidos que trabajan me sugirieron que no pusiera demanda, de hecho, esta era la condición para que me devolvieran la moto que tenía conmigo el día que me detuvieron y que me entregaron hasta el tres de enero”, recalcó, quien una vez que recibió su vehículo, denunció a los policías penalmente, lo que causó el enojo del jefe de la policía, Luciano Moo Arceo, quien filtró a un medio de comunicación las fotos de la detención, acusándolo de que es un ladrón y que se la pasa robando coches, razón por la que no logra encontrar trabajo, ni limpiar su nombre.
Texto y foto: Redacción