Los “ríos” de alcohol, los juegos de azar y los torneos de lazos en el que se maltratan a los animales se han convertido en los “prietitos del arroz” en las fiestas de los pueblos y municipios, en algunos casos permitidos por los mismos alcaldes o funcionarios municipales.
En entrevistas por separado, los diputados Jesús Quintal Ic y Evelio Dzib Peraza coincidieron que las fiestas son buenas, siempre que se cumplan los principios religiosos de los que surgieron, pero se convierten en un dolor de cabeza cuando se desvirtúa y de eso hay varios ejemplos.
Uno de ellos es Umán en donde las autoridades municipales han permitido cualquier tipo de de excesos con el pretexto de la fiesta tradicional, ya sea en las comisarías o en la cabecera municipal; pero además, organizan bailes a cada rato con el único fin de vender cervezas.
“Habría que preguntarle al alcalde en turno, pero seguro hay acuerdos con empresarios, quizás algún pago de favores o de familiares”, dijo Quintal Ic, sobre los motivos para permitir esas libertades en Umán, en donde fue alcalde y después diputado local.
El centro de Umán se ha convertido en una cantina cada vez que hay un baile o con el pretexto de la feria o fiestas religiosas, todo ello, permitido por el alcalde Freddy Ruz Guzmán, quien se reeligió el pasado 1º de julio.
De acuerdo con Quintal Ic, el alcalde es la autoridad que autoriza todo en los municipios.
“Cuando yo fui alcalde no permitimos nada de eso, la gente llegaba a pedirme más tiempo, pero nos concretamos al acuerdo original. Ahora no sé cómo están las cosas, pero es un hecho que el alcalde es la persona que autoriza todo”, detalló el actual diputado.
Reconoció que en las comunidades y la cabecera municipal es tradición organizar fiestas, incluso hay una feria para celebrar el aniversario de la ciudad, pero nunca se permitieron excesos.
Considerando ese antecente, lo que se ha observado en estos tiempos es que la autoridad, léase Freddy Ruz, ha dado carta abierta para que se alarguen los días de fiesta, con los males que eso conlleva.
Todo ello, en detrimento de la economía de las familia, ya que se gastan los ingresos en los bailes y bebidas alcohólicas.
Sobre el mismo tema de las fiestas, el ticuleño Evelio Dzib Peraza dijo que es un hecho que hay muchos lugares en los que se han desvirtuado las fiestas locales.
“Sólo tenemos que remitirnos a los torneos de lazo y juegos de azar, así como las peleas de gallos e incluso de perros que hay en algunos municipios”, afirmó.
De acuerdo con el legislador, se debe promover las cuestiones culturales o bailes regionales, pero de eso a promover actividades de maltrato de animales ya no se debe permitir.
Texto: Esteban Cruz Obando
Fotos: Jorge González Caamal / Cortesía