Alertan sobre daños en la piel por exposición solar prolongada

La inflamación, el enrojecimiento, las quemaduras solares y la mutación en el ADN de las células de la epidermis, son algunos de los efectos de la exposición crónica a los rayos ultravioleta (UV) tipos A y B, alertó la investigadora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Eva Ramón Gallegos.

La especialista comentó que si el sistema humano no es capaz de reparar el daño producido por estas radiaciones, se suma a otras mutaciones obtenidas por herencia, edad y agentes ambientales que pueden derivar en carcinoma.

Indicó que la exposición solar es acumulativa, por lo que produce inflamación crónica en la piel y con los años evita que las células se reparen de forma adecuada, lo que lleva, primero, a un envejecimiento prematuro, con la presencia de arrugas, pecas y alteraciones en la textura.

Después, se pueden formar queratosis actínicas, las cuales se consideran lesiones premalignas, y si la exhibición persiste, entonces aparece el carcinoma basocelular, carcinoma epidermoide y melanoma, malignos en orden creciente.

La investigadora del IPN aconsejó una autoexploración constante ante alguna anomalía en la piel (mancha o lunar), así como usar un protector solar diario (en playa o ciudad), y aplicarlo cada tres horas cuando se está al aire libre porque pierde su efectividad.

A pesar de que el bloqueador solar no es un producto de uso cotidiano en la población, cada día hay más conciencia de su importancia, resaltó.

“En algunos países a los niños se les pide llevar una crema con protector solar y ellos mismos se la aplican a corta edad”, mencionó.

Ramón Gallegos insistió a emplear medios físicos para la protección (ropa de manga larga y clara, gafas especiales que bloqueen la luz UVB/C, gorra, sombrero o sombrilla), rehidratar la piel después de asolearse con una solución libre de alcohol, tomar suficiente agua.

Además de consumir protectores solares naturales, como jugo rico en carotenoides, resveratrol, chocolate y cafeína, entre otros.

Los rayos ultravioleta (UV) son una forma invisible de radiación. Pueden penetrar la piel y dañar las células. Las quemaduras de sol son un signo de daño en la piel. El bronceado tampoco es saludable. Aparece después que los rayos del sol ya mataron algunas células y dañaron otras. Los rayos UV pueden causar lesiones en la piel durante cualquier estación del año y a cualquier temperatura. También pueden causar problemas en los ojos, arrugas, manchas en la piel y cáncer de piel.

Revise su piel con regularidad para detectar cambios en el tamaño, la forma, el color o la textura de sus marcas de nacimiento, lunares y manchas. Esos cambios pueden ser un signo de cáncer en la piel.

Con el paso de los años, tu piel naturalmente comienza a mostrar signos de la edad. Por ejemplo, puedes notar más arrugas y una piel más delgada y frágil. La exposición a la luz UV puede acelerar estos cambios y hacerte lucir más viejo de lo que eres. Los cambios en la piel a causa de edad son llamados fotoenvejecimiento.

Los resultados del fotoenvejecimiento incluyen:

-Debilidad de los tejidos conectivos, lo cual reduce la fuerza y la elasticidad de la piel.

-Piel más delgada y con apariencia traslúcida.

-Arrugas profundas.

-Piel seca y áspera.

-Finas venas rojas en tus mejillas, nariz y orejas.

-Pecas, en su mayoría en tu cara y hombros.

-Grandes lesiones color café (máculas) en tu cara, dorso de las manos, brazos, pecho y espalda alta (manchas por la edad).

-Manchas blancas en las pantorrillas y brazos.

Reiteramos. Usa ropa protectora. Cubre tu piel con ropa, como playeras de manga larga, pantalones largos y sombreros de ala ancha.– Agencias

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