Van seis fallecimientos por siniestros viales en lo que va del año
Velocidad inmoderada, la reducción a un solo carril de manera abrupta y la falta de una adecuada señalética informativa, hacen de la carretera Mérida – Tetiz la segunda vía más peligrosa de Yucatán después del Periférico de la capital del estado.
En lo que va del año han ocurrido seis muertes por siniestros viales, el más reciente, apenas la noche del lunes donde un peatón de alrededor de 50 años de edad fue la víctima, señaló el ingeniero en tránsito René Flores Ayora, quien destacó la necesidad de reducir a 70 kilómetros por hora la circulación en esta carretera que, por atravesar una zona industrial, está plagada de tráileres que transitan a baja velocidad, mientras que es frecuente que los motociclistas rebasen por la derecha, con lo que incurren en una flagrante infracción al reglamento de tránsito.
“Allí se requiere reducir la velocidad y esto será posible con la aplicación de la nueva Ley de Movilidad y Seguridad Vial que recientemente fue aprobada y que en estos días se publicará en el Diario Oficial de la Federación, y que junto con la respectiva estrategia permitirán que modifiquen los reglamentos y se armonicen las disposiciones en materia de movilidad”, explicó el auditor vial.
En cuanto a los siniestros fatales registrados a la fecha en esta vía, el entrevistado recordó que el primer muerto del año fue un motociclista, su deceso ocurrió el jueves 5 de enero en el kilómetro 17.
El 7 de febrero otro motociclista falleció en esta vía, el domingo 27 de marzo otro más; el 7 de mayo, en otro siniestro falleció un conductor y el 16 de mayo fue arrollado y muerto otro peatón y, como ya es conocido, el pasado lunes por la noche hubo otro fatal atropellamiento en esta carretera.
En un recorrido por esta vía, que comunica con Celestún y que por ello es utilizada por turistas que desconocen su peligrosidad y conducen sin la debida precaución, antes del entronque con la carretera a Kinchil y Tetiz, en una curva cerrada, se pudo apreciar que la barrera metálica de contención de ambos lados de la carretera ya han sufrido impactos y se han partido, lo que indica que en el lugar se han salido varios vehículos y hay el riesgo de que se registre de nuevo un percance similar, pero con la diferencia de que, sin la valla, el vehículo podría acabar en la cuneta.
De esta manera, las mencionadas barras de contención no cumplen con su función, por lo que deben ser reparadas, pues hay que tener en cuenta que en este tramo circulan los vehículos a velocidad excesiva, a más de 100 kilómetros por hora.
Lo peligroso es que en la tarde, al transitar con rumbo al poniente, que es cuando el sol pega de frente, disminuye la visibilidad, y por ello se debe instalar una barrera que separe ambos carriles, comentó el ingeniero, quien resaltó la importancia de circular con luces encendidas y que se coloquen los señalamientos preventivos o restrictivos que se requieran.
“Desafortunadamente, es una carretera de un solo carril por sentido, lo cual la hace muy peligrosa; además, no tiene acotamiento, el cual sirve para que si el vehículo sufre alguna avería o desperfecto se pueda orillar y deje libre el carril de circulación”, explicó Flores Ayora.
De la misma forma, en el mencionado cruzamiento carretero, entronque a Kinchil, llama la atención la cantidad de vidrio astillado que se encuentra en la cinta asfáltica, al igual que pedazos de fibra de vidrio que se supone eran parte de la carrocería de los autos siniestrados.
“El problema es la velocidad con la que pasan los autos allá, por eso hay mucho accidente”, relató una mujer que se desempeña como policía municipal, y esto es corroborado por el ingeniero Flores Ayora, quien ha realizado estudios en esta carretera, en la que sus aparatos han registrado vehículos que transitan hasta a 110 kilómetros por hora, lo cual no es recomendable.
Es por ello que exhorta a que en vías con una elevada demanda de circulación, como la Mérida-Tetiz se instalen carreteras del Tipo 2+1 cuyo objetivo es eliminar los Siniestros de Tránsito Frontales o Frontolaterales que pueden producirse como consecuencia de la Maniobra de Rebase (o de adelantamiento), en carreteras de un solo carril por sentido.
Al respecto, Flores Ayora detalló que las carreteras 2+1 son aquellas que disponen de 3 carriles : uno para cada sentido de circulación y otro central destinado a los rebases o adelantamientos, y que se alterna entre uno y otro sentido de circulación, y en las que, además, ambos sentidos están separados por una barrera física.
“En aquellas carreteras que tengan una función en la que predomine la movilidad sobre la accesibilidad, se sugiere construir un tercer carril en tramos de al menos un kilómetro, para que los automovilistas que así lo deseen, puedan rebasar con seguridad”, explicó el especialista en vialidad, quien manifestó que con esta estrategia se reduce hasta en un 33% la siniestralidad.
“Hay que hacer los estudios de ingeniería de tránsito para ver por qué han ocurrido los siniestros viales específicamente en los kilómetros 14, 17 y 12. Entonces, es muy necesario inclusive poner en práctica alguna estrategia como la antes mencionada”, indicó.
En relación a las altas temperaturas que se registran en estos día, el entrevistado afirmó que estas condiciones afectan negativamente al conductor, al vehículo y a la carretera.
Por ello, recomendó que, al salir a carretera, no hay que perder de vista que cuando se conduce con altas temperaturas el riesgo de sufrir un siniestro de tránsito aumenta más del 20%, ya que con el calor incrementa la sensación de fatiga y los reflejos se reducen.
“También vemos peor. Conducir con 35°C supone que dejamos de percibir entre el 10% y el 20% de las señales de tránsito, por lo que se incrementan los errores que cometemos más de un 30%”, advirtió.
Este es un dato muy relevante, ya que las “distracciones y los despistes “ están detrás de casi el 30% de los siniestros de tránsito.
Texto y fotos: Manuel Pool