El psicoterapeuta Víctor Chan Martín explica el trauma que las personas reciben cuando sufren estos actos, y puntualiza que es tema se presenta en todo Yucatán, especialmente en el sur de Mérida: aunque las asociaciones civiles y el gobierno hacen su parte, se avanza un paso y se retroceden diez, recalca
El tema del abuso sexual es algo que lamentablemente ocurre no solo en Mérida y Yucatán, sin embargo al ser considerado como un tema espinoso, hay mucho desconocimiento respecto a situaciones que tienen que ver con haber sufrido uno de estos abusos durante la infancia, y de manera posterior se pueden reflejar en las personas en afecciones como la fibromialgia, una enfermedad propia de mujeres relacionada con la violencia física que produce dolor en articulaciones, y hay personas que incluso la caída del agua de la regadera al golpear su piel, siente como si le estuvieran taladrando.
Al respecto, el psicoterapeuta Víctor Chan Martín comenta que cuando se vive un abuso sexual, hay un evento que se llama trauma, que tiene efecto a través de la amígdala cerebral, del hipocampo y el sistema límbico, es decir, se genera un daño a nivel cerebral que puede desatar afecciones en el cuerpo humano como gastritis e incluso dificultad para respirar.
Cuando hay un abuso, explica, se activan el sistema límbico y la amígdala cerebral, esta última es la que tiene el control de las emociones como la culpa, la alegría y la tristeza, y como están vinculados al intestino delgado, afectan su funcionamiento.
Es entonces que puede ocurrir una gastritis que puede ser por un tema estresante, náuseas, ardor en el intestino delgado que presiona el esófago y entonces presentamos ansiedad y no podemos respirar.
“La falta de aire puede ocurrir por tres razones; por un tema pulmonar, por paro cardíaco o un evento traumático, si descartamos un daño pulmonar o un evento al corazón, esa sensación de falta de oxígeno es propiciada por un evento traumático, todo está conectado el cuerpo, es un sistema en donde los órganos y demás comparten también el estado mental y en el abuso sexual en muchas personas, su cuerpo, emociones y la mente están afectadas”, recalcó.
“Yo he visto gente que llega a consulta y que no me va a ver por un tema de abuso, pero comienzo a observar síntomas de ansiedad, sensación de no poder respirar, dolor en articulaciones, migrañas, insomnios, erotización que el paciente dice no quería sentir, pero estoy sintiendo, y cuando comienzan a hablar de sus síntomas, resulta que, al revisar su historia de vida, o se integra su historia clínica, aparece que fueron abusados sexualmente”, subrayó.
Chan Martín, quien a través de la Asociación que dirige, Hogares Maná A.C., que ofrece orientación para la prevención del maltrato infantil y el abuso infantil, considera que el problema es tan grave que estima que siete de cada 10 yucatecos sufrieron algún ataque de carácter sexual en su niñez o juventud.
“Tenemos un problema serio, estamos mal, los niños están siendo usados en sus cuerpos por personas perversas con un trastorno a su sexualidad, y aunque las asociaciones civiles y el gobierno hacen su parte se avanza un paso, pero el fenómeno avanza 10”, recalcó.
En este sentido explicó que abuso sexual se considera cualquier actividad intencional que una persona haga para erotizarse y gratificarse sexualmente, esto puede ser a través de tocamientos, exhibición de contenido pornográfico y puede ser también a través de palabras, insinuaciones, exhibicionismo y todo lo que provoque una gratificación intencional hacia los niños, lo que subraya es diferente a una violación.
Chan Martin comentó que hay personas que reconocen que fueron abusados sexualmente en su infancia, pero piensan que si solo hubo caricias y tocamientos no pasó nada, y hasta afirman que están bien, pero en realidad no es así, porque pueden sufrir de un estrés post traumático que desate las afecciones antes señaladas y que son reflejo de que hay una afectación en el cerebro.
“Es real que cuando una persona vive un evento de esta naturaleza, puede no presentar síntomas al momento, pero puede ser que al paso de los años ocurra algo que haga salir eso que estuvo guardado, por eso se llama estrés postraumático, además no hay que olvidar que un tema de abuso de maltrato estresa a la gente que ha vivido el evento, y cuando esto ocurre se libera cortisol, que lo tenemos todos los seres humanos y que nos da energía y nos activa, pero cuando se produce en mayor cantidad de lo normal, se convierte en enemigo del cuerpo, afectándolo de gran manera”, explicó.
El especialista resaltó a Peninsular Punto Medio que las víctimas de abuso sexual por lo general no relacionan estas afecciones con su origen, o en muchas ocasiones prefieren callar; sin embargo, recalca que es necesaria la debida atención por parte de un especialista para evitar alguna otra situación que afecte a terceros, y en este sentido explica que aunque no se trata de una regla escrita, en muchos de los casos la persona que resultó ser abusada con el paso del tiempo termina convirtiéndose también en un agresor.
Otra de las afectaciones que pueden aparecen en quienes sufrieron un abuso sexual, es una erotización sin controlar al ver la ropa interior de una mujer, o ver el cuerpo de un niño o una niña: “cuando hay una erotización de ver estas cosas quiere decir que sí hay una afectación sexual por un evento o por otras circunstancias”, explicó el especialista.
En este sentido, la estudiante de psicología, e integrante del equipo de Hogares Maná A.C., Daniela Carreola Jaramillo, comentó que, aunque los casos de abuso sexual se presentan en toda la ciudad, es en el sur de Mérida donde es más urgente ofrecer orientación para la prevención del maltrato y abuso infantil.
A manera de ejemplo, indicó que en San Luis Dzununcán se han dado muchos casos de abuso sexual a niños y niñas por parte de hasta de señores de la tercera edad: “es muy triste la situación”, dijo al ser entrevistada en el marco de la primera Jornada por la Niñez del Sur de Mérida.
En este sentido, el psicoterapeuta Chan Martin puntualizó que, si bien es una realidad que la gran mayoría de agresores son varones, no se debe generalizar porque hay padres que luchan por ser buenos varones, que cumplen con la paternidad de manera responsable.
“La realidad es que tenemos que trabajar el tema de la construcción de una visión masculina responsable, hoy no hay política pública que atienda a los hombres, necesitamos también esos espacios para aprender a ser varones y ser responsables y respetuosos, mientras no entendamos los varones que esa es nuestra responsabilidad seguirán habiendo padres ausentes, maltratadores y abusadores”, concluyó.
Finalmente, la recomendación del especialista es que si usted ha vivido un evento de abuso no lo guarde, porque afecta a la mente y las emociones.
“Hay que buscar personas idóneas profesionales para hablar de estos temas tan difíciles, pueden contactarnos en la página de Hogares Maná en Instagram y Facebook como Hogares Maná A.C. y pueden escribirnos un Inbox en el que nos comenten la situación por la que pasan y les damos la orientación”, dice la joven Carreola Jaramillo, quien destaca que el servicio es gratuito para la gente que no tiene la oportunidad de pagar un servicio profesional.
Texto y fotos: Manuel Pool