Activistas dicen que los arroyos de aguas negras bajan de una zona habitada de la Sierra de Juárez donde el drenaje es deficiente o inexistente
Ambientalistas acusan al ayuntamiento de Ciudad Juárez de contaminar el río Bravo, que comparten México y Estados Unidos, con al menos siete arroyos de aguas negras contaminados.
Daniel Delgadillo Díaz, vocero del Frente de Defensa de El Chamizal, dijo ayer a EFE que los arroyos bajan de una zona habitada de la Sierra de Juárez donde el drenaje es deficiente o inexistente.
Los siete puntos de contaminación se ubican a lo largo de los primeros 3 kilómetros del río Bravo.
Como parte de un acuerdo internacional, cada año Estados Unidos entrega agua de riego a México desde las presas del Elefante y del Caballo de Nuevo México a través de unos 500 kilómetros del río Grande.
El agua llega limpia a la frontera donde se unen Texas, Nuevo México y Chihuahua, pero en los primeros 3 kilómetros del río Bravo, donde toca territorio mexicano, queda contaminada con aguas negras de estos siete vertederos.
“Son siete puntos de descarga de aguas negras del drenaje de la Junta Municipal de Aguas y Saneamiento, es muy grave, se ve claramente cómo viene el agua color marrón de la presa de Estados Unidos y aquí se contamina con aguas negras”, explicó Delgadillo Díaz en un recorrido realizado con EFE.
El ambientalista ha documentado alcantarillas de donde brotan las aguas negras y se canalizan por arroyos que la ciudad acanaló para que corriera el agua de lluvias.
Esas fugas se juntan y se convierten en arroyos de aguas negras que se descargan al río Bravo.
“Está causando un daño al medio ambiente, hay mucha fauna, aves acuáticas, plantas como tule predominantemente, es un gran daño que se le ocasiona al ecosistema del sector”, advirtió.
BUSCAN FRENAR CONTAMINACIÓN EN LA FRONTERA
El ambientalista explicó que en mayo de 2022 iniciaron un juicio de amparo contra la inacción de la Junta Municipal de Aguas y Saneamiento (JMAS), la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El amparo fue “por el descuido, la desatención y la negligencia”.
“La JMAS siempre ha dicho que no es cierto, que son descargas momentáneas por el rompimiento de alguna tubería o de alguna casa que descarga el agua pero nunca ha aceptado que son ellos los responsables”, señaló el ambientalista.
Entre las pruebas presentadas está un video de las descargas, muestras de laboratorio donde se determina que son aguas negras, así como un recuento de los daños ocasionados en los cultivos en el Valle de Juárez, lugar a donde llega el agua para riego.
Según el ambientalista, la CILA ha argumentado que “como es mucha el agua limpia y poca la contaminada, se diluye”.
Texto y foto: Efe