Amenazada, captura de pulpo

Afectaciones al turismo y pesca ocasionarán pérdidas millonarias

De ser un paraíso muy recurrido en estas vacaciones de verano, Telchac Puerto se convirtió en el punto más visible de los estragos que la marea roja ha ocasionado en las últimas horas. 

Los visitantes dejaron de llegar y la actividad de los hombres dedicados a la pesca está paralizada ante la baja captura que se registra. El panorama es muy incierto, ya que poco a poco la mancha de 10 kilómetros cuadrados de marea roja avanza hacia el poniente, por lo que todo parece indicar que no se aprovecharán los últimos días de las vacaciones de verano en la zona de Progreso.

Pero eso no es todo, ya que pescadores del oriente de la entidad reportan otra mancha de marea roja a 9 kilómetros al norte de Río Lagartos, la cual amenaza la temporada de captura de pulpo, que apenas comenzó el pasado 1 de agosto. 

Además, hay reportes de otra superficie de mar con marea roja por el rumbo del Arrecife Alacranes, que en este caso avanza hacia el norte. 

Un estudio del Cinvestav reveló que desde 1948 se tiene registro de este tipo de eventos, que tienen su origen en el crecimiento explosivo de las microalgas marinas que forman parte del fitoplancton, que en su desarrollo consumen el oxígeno que requieren las especies marinas que, al carecer del elemento, mueren y sus restos terminan por ser arrastrados a las playas, donde algunos llegan aún con vida.

Fue el jueves pasado cuando las imágenes de peces y otras especies marinas que recalaron en las playas en grandes cantidades inundaron las redes sociales, y despertaron el asombro de quienes a la distancia veían el arribazón hasta de pulpos y langostas, un fenómeno que, afirmaron, no había ocurrido en muchos años. 

Los vecinos y temporadistas no desperdiciaron la oportunidad y con cubetas salieron a recolectar las especies de mayor valor comercial, sin pensar en el riesgo que esto representa, ya que la marea roja es generada por la acumulación de biomasa fitoplanctónica formada de microalgas, que, dependiendo de la variedad, pueden producir toxinas que, al filtrarse como alimento, se acumulan en los tejidos de dichas especies y pueden causar serias afecciones a quien los coman aún cocidos.

En la costa norte de Yucatán, el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) ha identificado 11 especies de microfitoplancton potencialmente nocivas y tóxicas y cuatro no tóxicas, por lo que, para evitar riesgos de salud, las autoridades en materia de salud insisten en pedir a la población, no consumir las especies marinas que arriban a zonas de la costa yucateca huyendo del fenómeno, esto aún después de que, tras realizar las investigaciones pertinentes, han informado que las microalgas que generan este fenómeno en el tramo comprendido entre Chicxulub Puerto a San Crisanto no son tóxicas. Esto quiere decir que la mortandad de las especies ocurrió por la falta de oxígeno en el mar, el cual fue consumido por la abundante cantidad de algas 

Al respecto, el responsable del Laboratorio Ficotox e investigador del Departamento de Oceanografía Biológica del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (Cicese), Baja California, Ernesto García Mendoza, explicó que el fitoplancton es la base primaria de la cadena trófica en los océanos, y que se forma por microalgas que miden entre 10 a 100 micras (una micra es una milésima de milímetro), así es que en una gota de agua pueden haber hasta 100 especies diferentes.

En este sentido, los investigadores del Cinvestav en Yucatán detallaron que, dependiendo de las condiciones de temperatura, luz y los nutrientes que se encuentran en el mar en una temporada específica, se produciría un crecimiento explosivo de estos microorganismos, que puede alcanzar en ciertas zonas concentraciones tan altas que dan coloración al agua, por lo que se les conoce como mareas rojas o florecimientos algales.

Estos eventos, si bien no son totalmente dañinos para el ser humano, sólo el 10% de ellos causa impactos negativos a la salud humana, la gran mayoría afecta a la flora y fauna marina, y en nuestro estado se han vuelto más frecuentes, con una cobertura espacial de miles de kilómetros cuadrados y duración de varias semanas, provocando mortandad de fauna (peces, crustáceos, moluscos) e impactando las pesquerías, así como el turismo por reducción de la calidad del agua de las playas. 

En la costa norte de Yucatán, el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) ha identificado 11 especies de microfitoplancton potencialmente nocivas y tóxicas y cuatro no tóxicas, por lo que, para evitar riesgos de salud, las autoridades en materia de salud insisten en pedir a la población no consumir las especies marinas.

Tras la sesión del Comité Interinstitucional de Vigilancia de Marea Roja, la Secretaria de Salud estatal (SSY) también informó que los análisis preliminares confirmaron que la mancha no representa un riesgo para la salud de los bañistas y las actividades en la zona donde se presentó el fenómeno, sin embargo, se mantendrá el monitoreo en coordinación con los tres órdenes de gobierno y las instituciones participantes

Dicho comité está conformado por las Secretarías de Pesca y Acuacultura Sustentables (Sepasy), de Desarrollo Sustentable (SDS), de Seguridad Pública y de Marina, así como la Coordinación Estatal de Protección Civil, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) y el Cinvestav.

Los prestadores de servicios de la zona afectada, que incluye a Chabihau y San Crisanto, refirieron que, ante la llegada de la marea roja que dejó el agua chocolatosa y con miles de peces regados en la arena que ya comienzan a descomponerse y a generar mal olor, el número de visitantes han disminuido, mientras que los que rentaron predios se han sumado a las brigadas que el Gobierno del Estado envió para enterrar en la arena los peces muertos, entre los que destacan rayas y peces globo.

Después de que por el arribazón los pescadores se vieron beneficiados económicamente, en estos momentos, la actividad de los ribereños que estaban dedicados al pulpo y cuya temporada de captura apenas inició el pasado primero de agosto, quedó detenida. 

Se teme que las malas noticias continúen, ya que se reporta la presencia de una mancha más grande de marea roja ubicada frente a Holbox, a 35 millas de Río Lagartos. Pescadores de Progreso también avisaron de otra mancha cerca de la zona de Alacranes y que, en este caso, avanza al norte.

La esperanza de los pescadores está cifrada en la llegada de un ciclón que aleje esta mancha, que podría poner en riesgo la temporada de pulpo y dificultar la captura de otras especies que se pueden alejar de las costas.

Como se recordará, fue a mediados de julio pasado cuando pescadores reportaron la aparición de manchas de marea roja a nueve kilómetros al norte de Río Lagartos, y los efectos ocasionados a su llegada a la zona de Telchac Puerto se reportaron apenas el pasado jueves. Así que se espera que siga avanzando hacia el poniente, con rumbo hacia Progreso y que, afirmaron, tiene una extensión de 10 kilómetros de largo y diez de ancho.

Los investigadores del Cinvestav en Yucatán detallaron que, dependiendo de las condiciones de temperatura, luz y los nutrientes que se encuentran en el mar en una temporada específica, se produciría un crecimiento explosivo de estos microorganismos, que pueden alcanzar en ciertas zonas concentraciones tan altas que dan coloración al agua, que se les conoce como mareas rojas o florecimientos algales.

De acuerdo a datos del Cinvestav, se tienen registros de marea roja en las costas de Yucatán desde 1948. Los años más marcados fueron 2001, 2003 y 2008. Se estima que ocasionaron cada uno pérdidas superiores a los 100 millones de pesos.

En esos últimos eventos, que tuvieron una duración de entre cinco y diez semanas,

Se identificó la presencia de tres especies de microfitoplancton no tóxico (Scripsiella trochoidea, Cylindrotheca closterium y Nitzschia longissima).

La mancha de marea roja registró una cobertura de entre 5 mil y 10 mil km², y densidades de entre 6 y 12 millones de células por litro (en condiciones normales se observan unos cuantos miles por litro).

Finalmente, el estudio publicado por el Cinvestav arrojó que la variabilidad de condiciones hidrológicas registrada en la costa del estado, que es producto de los aportes de agua de la surgencia de Cabo Catoche, del Golfo de México por efecto de los “nortes”, de los manantiales en los extremos del anillo de cenotes y de las aguas residuales de los puertos, favorece una alta biodiversidad de fitoplancton, en especial, las especies causantes de marea roja.

Texto y fotos: Manuel Pool