América vive una de sus mayores crisis migratorias con cientos de miles de transeúntes intentando llegar a EU para lograr el “sueño americano“, cada vez más difícil por las constantes deportaciones y el peligro de las fronteras, especialmente las de México y la de Panamá con Colombia.
Esto ha puesto a la migración irregular como uno de los principales temas a debatir en la Cumbre de las Américas, que se celebrará del 6 al 10 de junio en Los Ángeles, EU.
Uno de los principales focos de la crisis migratoria está en Haití, donde la violencia entre las bandas, el hambre, la crisis política y la destrucción que causó el terremoto de 2021 están expulsando a la población a un ritmo acelerado hacia el continente americano.
El coordinador de la Mesa Nacional para las Migraciones y Refugiados en República Dominicana, William Charpentier, dijo que “los ciudadanos haitianos se encuentran desesperados y tienen que huir de su país para mejorar sus condiciones de vida, pero también para salvar su vida”.
La Guardia Costera de EU. capturó a 3 mil 900 haitianos en lo que va de año, más del doble que el año pasado, y ya contabiliza 175 muertos o desaparecidos en el mar.
El Tapón del Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia, es la entrada a Centroamérica, casi la recta final hacia Norteamérica, y, a su vez, el punto más mortífero del continente: está considerada como una de la rutas más peligrosas del mundo por el propio clima de la jungla y la presencia de grupos armados.
México vive un flujo migratorio récord hacia EU, el país latino deportó a más de 114 mil extranjeros en 2021, según datos de la Unidad de Política Migratoria de la Segob.
En 2019 había 8 mil 715 elementos de las Fuerzas Armadas en tareas migratorias en dichas fronteras, pero la cifra creció a más del triple para abril de 2022, a más de 28 mil 500, según el informe “Bajo la bota” de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho (Fjedd).
Texto y foto: Efe/ Agencias




