Por Armando Escalante
El nuevo escándalo en el que se vio envuelta la esposa del presidente Manuel López a partir de un video un tanto chusco donde ella se interpone en medio de una plática de trabajo que sostiene el presidente con una joven diputada de su partido, demostró una vez más que no siempre los despachos de manejo de comunicación y de redes saben lo que hacen, sobre todo cuando tratan de aplicar un control de daños “desesperados” ante la andanada de ocurrencias que se desatan en la política.
A lo largo de la semana nos enteramos de las bromas que se le hicieron a la señora de López, por haber acabado de tajo con una charla que tenía su marido con la joven Geraldine Ponce, una muy atractiva muchacha que resultó ser amiga de López como él reveló, y desde luego, diputada de Morena en su tierra.
Y es que al parecer, viendo que los memes, burlas, notas, videos y demás chismes no cesaban 4 días después de ocurrido el incidente con la ex reina de belleza nayarita, a sus asesores de manejo de crisis se les ocurrió mandar a la señora Beatriz Gutiérrez Müller a la guerra misma y volver a meterse en asuntos que involucran a su cónyuge. La hicieron firmar una carta que circularon en su Facebook que dice: “Estimada Geraldine Ponce: Lamento mucho los ataques a tu persona recibidos a causa del video en el aeropuerto, donde nos encontramos en días pasados. Rechazo cualquier ataque cobarde a una mujer por el hecho de serlo. Muchos no conciben que seas bonita y, además, comprometida con nuestro México.
Unos lo harán por envidia; otros por misoginia o machismo. Cual sea el origen de sus expresiones, ninguna persona como tú se las merece. Tú sigue adelante, no te rindas. Beatriz Gutiérrez Mueller”
Como se esperaba, la carta de la señora del presidente con párrafos que ni vienen al caso, no aplacó las burlas, sino que más bien las renovó porque reactivó el interés de las audiencias virtuales en proseguir la mofa, aumentar los memes y continuar haciendo leña del árbol caído. Tal y como es en la vida real.
Tras la fallida misiva de control de daños, el tema llegó hasta el presidente; un reportero se topó al mandatario prácticamente en terreno fértil cuando salía del aeropuerto de CDMX y caminaba rumbo a su auto y sin tropiezos, pudo hacerle con toda corrección la pregunta sobre el caso: “hay libertad, los medios pueden publicar lo que consideren; son asuntos con ingenio y la vida no es nada más tristezas, es también alegría, hay que ser feliz”, y agregó que sí tiene buen amistad con la jovencita de 25 años, como la tiene con todos los legisladores.
Es casi seguro que esa simple opinión de AMLO ponga final a este divertido, cuanto justo escándalo rosa de las redes, que hoy le toca sufrir a quienes antes se reían de Peña Nieto por lo mismo. Por eso es justo.




