El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, inauguró ayer el primer tramo del Tren Interurbano Ciudad de México-Toluca, bautizado “El Insurgente”, una obra que lleva nueve años en construcción y con sobrecostos que han elevado su precio a 97,000 millones de pesos. “Hoy ya estamos inaugurando este tramo de 20 kilómetros, cuatro estaciones, nos faltan 38 kilómetros para llegar a la Ciudad de México porque son 58 kilómetros”, expresó el mandatario en un evento público en el Estado de México, el más poblado del país y vecino de la capital.
Con el corte del listón, “El Insurgente” arrancará sus primeras operaciones en un recorrido de 20 kilómetros por cuatro estaciones: Zinacantepec, Pino Suárez, Tecnológico y Lerma.
La inversión de este primer tramo fue superior a los 35,000 mdp y pretende beneficiar a medio millón de mexicanos con su etapa inicial, en su mayoría habitantes del Estado de México. La obra tendrá un costo final estimado por la Secretaría de Comunicaciones, Infraestructura y Transportes (SICT) del Gobierno de 97,000 mdp. El presidente enfatizó que su Gobierno no podía dejar obras inconclusas, incluso las de administraciones anteriores, pues representa “dejar tirado el dinero del pueblo”. “Una obra inconclusa significa dejar dinero del presupuesto, que es dinero del pueblo, tirado, y no se puede actuar de manera irresponsable. No es porque fue otro gobierno. No. El Gobierno representa a todo el pueblo, por eso se decidió darle continuidad a esta obra”, dijo.
Texto y foto: EFE