El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó este miércoles que el reportaje sobre el presunto apoyo que recibió del narcotráfico en 2006 es una “venganza” de la Agencia Antidrogas (DEA, en inglés) para afectarlo tras la reapertura del caso del magnicidio del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio.
“Lo relaciono con una venganza para afectarnos en épocas electorales y porque se tocó un tema bastante delicado (el magnicidio de Colosio)”, dijo el mandatario durante su conferencia de prensa matutina.
El gobernante señaló que la “venganza” ocurre por la reapertura de la investigación del asesinato de Colosio, el 23 de marzo de 1994, en el que la Fiscalía General de la República (FGR) afirmó en enero pasado que existió un segundo tirador que era agente de inteligencia del Gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).
La FGR también implicó al exsecretario de seguridad (2006-2012), Genaro García Luna, preso en Estados Unidos por hechos de corrupción y narcotráfico y quien trabajaba en el extinto Centro Nacional de Inteligencia (Cisen) cuando ocurrió el magnicidio.
“Ese es el tema, pero yo no imaginaba que los iba a poner tan molestos”, zanjó.
López Obrador explicó que la molestia surgió, según él, porque se reveló que García Luna, quien encabezó en México el operativo ‘Rápido y Furioso’ de Estados Unidos en entre 2009 y 2011, recibió en 1994 la encomienda para liberar al presunto segundo tirador en el asesinato de Colosio.
De acuerdo con su versión, tras la reapertura del caso se supo que había una orden de aprehensión contra el supuesto segundo tirador y que al mismo tiempo el hijo de Colosio, Luis Donaldo, pidió el indulto para Mario Aburto, el asesino confeso del político.
Texto y foto: EFE