Meridanos acompañan la última comparsa que encabezó el Eterno Rey Feo de la ciudad, integrada por más de 50 vehículos y que recorrió la capital
Al ritmo del mambo despidieron al más emblemático rey del Carnaval de Mérida , Marcelo Sanguinetti “Jacarandoso I”.
No podría haberse ido de otra manera que arropado del cariño de los meridanos, que inmersos en un sentimiento de entre tristeza y alegría aplaudieron al paso de la última comparsa que encabezó el “Eterno Rey Feo” de la ciudad.
La caravana, integrada por más de 50 vehículos en los que viajaban familiares y amigos, principalmente de la zona de San Sebastián y la Ermita, fue encabezada por la carrosa fúnebre del Imss, que iba cubierta con las coloridas mantas que acostumbraba a utilizar en los desfiles para anunciar su llegada.
Y así como el público aplaudía su paso desde 1980, así lo despidieron e incluso bailando a las puertas del Palacio Municipal, lugar en el que inclusive gente del público se incorporó a bailar al ritmo del mambo, lo mismo ocurrió antes al llegar al Monumento a la Patria, en medio de voladores y un ambiente festivo que recordó los mejores años del Carnaval en el Paseo de Montejo.
En el interior de los vehículos que integraban la caravana, ubicamos a las sobrinas y familiares del inolvidable Marcelo, quienes lloraban pero a la vez mostraban una sonrisa de alegría y gratitud por el cariño demostrado al que será sin duda el más recordado rey de los festejos carnestolendos en Mérida.
A pesar de los embotellamientos generados por la columna de vehículos, el avance fue rápido y poco antes de las 6 de la tarde el alegre cortejo llegó a San Sebastián, lugar donde se le recuerda con mucho cariño porque durante muchos años “Jacarandoso” fue también presidente del gremio de Mestizas “La Esperanza Católica”, y a la puerta de su domicilio con globos grises y azules sus vecinos ya lo esperaban, para despedirlo en medio de aplausos y algarabía.
Entre los dolientes se encontraba el Profesor Humberto Asencio Herrera, quien, conmovido, comentó que fue el maestro de folclore en la juventud de Jacarandoso y evocando aquellos tiempos en los que ambos tenían el deseo de ser reyes del Carnaval, en su caso él lo logró en 1979, y un años después le tocaría el turno a Marcelo.
El maestro también recordó que fue él a elegir el nombre artístico con el que Marcelo pasaría a la inmortalidad, “Jacarandoso I”, en medio de los aplausos y voladores, Asencio Herrera leyó un ramillete de bombas yucatecas con las que a manera de homenaje se despidieron sus vecinos al cortejo, que en medio de aplausos se dirigió con rumbo a su última morada en el cementerio de Xoclán.
Texto y foto: Manuel Pool / Andrea Segura